El tomillo es un buen repelente de mosquitos. La presencia de alcoholes y aceites esenciales muy (especialmente el carvacrol, que se utiliza en la industria como producto desinfectante y fungicida) lo convierten, junto con la ajedrea, en un buen repelente de los mosquitos, por lo que se puede utilizar como planta cultivada o de jardín colocándola en las ventanas para que estos insectos no se acerquen tanto a las viviendas.