Asegura Pepe Cantares que se pusieron las cosas feas a mediados de los 60 cuando llegaron al pueblo las maquinarias para hacer el trabajo que de to la vida de dios habían hecho los hombres. Que se fueron pal carajo los jornales de la siega y olvidaron para siempre las herramientas de entonces dormidas en los sobrados o algún hueco del corral.
Asegura Pepe, que se marchó a Suiza de obras en un tren desde Medina con el alma dividida entre el temor a lo nuevo y la esperanza de un trabajo y de una...