Pero, lucerita mía, porqué siempre pretendes encrespar mis celos. Te gusta éste, aquélla y el/la de más allá. Yo ya sé que no puedo todos los días…. darte calor. Sabes de mis compromisos: que si la tensi, el coles, las tranfe, los trigli; sabes que soy egoísta y todo eso lo quiero para mí, pero parece que tú, precisamente tú, cada día me quieres menos, pues cuentas esas cosas -nuestras- delante de toda el mundo sin importarte mis sentimiento.
Con lo bien que atino en ciertas cosas es una lástima que no me esmere en la Primitiva.
Con lo bien que atino en ciertas cosas es una lástima que no me esmere en la Primitiva.