¡ENHORABUENA, LUPICINIO! (con añoranza)
Sin duda alguna, este gesto equivale a honrar a la familia. Los miembros de la foto que la integran se corresponden con los de una familia povedana muy apreciada y conocida, constituida por la madre (Encarnación) y sus tres hijos mayores: de izquierda a derecha, Belisario, Nélida y Lupicinio Sierra García. Los nombres, es posible que alguien los encuentre raros, pero no lo son por casualidad sino porque, como muy bien ya dijo un día el más pequeño de los tres hermanos (Lupi), su padre (Ulpiano), pensó, quizá con buen criterio, que poner los nombre más corrientes o comunes a sus hijos como serían los de José, Juan, Manolo, Pedro, etc., sólo se prestan a que, en definitiva, en el pueblo donde nacieron y vivieron se los designe por el apodo para distinguirlos de los demás Pepes, Juanes, Manolos, etc. etc.. Y como todo el mundo sabe, en los pueblos hay algunos apodos que... ¡válgame Dios!. Y además, pasan después de generación en generación. Un fuerte abrazo, Lupi.
(Nota: ya nos gustaría saber quien ha tachado la foto con saña para que fuera eliminada; pues para que se entere, llevándola a donde ahora está, le va a resultar más difícil)
Sin duda alguna, este gesto equivale a honrar a la familia. Los miembros de la foto que la integran se corresponden con los de una familia povedana muy apreciada y conocida, constituida por la madre (Encarnación) y sus tres hijos mayores: de izquierda a derecha, Belisario, Nélida y Lupicinio Sierra García. Los nombres, es posible que alguien los encuentre raros, pero no lo son por casualidad sino porque, como muy bien ya dijo un día el más pequeño de los tres hermanos (Lupi), su padre (Ulpiano), pensó, quizá con buen criterio, que poner los nombre más corrientes o comunes a sus hijos como serían los de José, Juan, Manolo, Pedro, etc., sólo se prestan a que, en definitiva, en el pueblo donde nacieron y vivieron se los designe por el apodo para distinguirlos de los demás Pepes, Juanes, Manolos, etc. etc.. Y como todo el mundo sabe, en los pueblos hay algunos apodos que... ¡válgame Dios!. Y además, pasan después de generación en generación. Un fuerte abrazo, Lupi.
(Nota: ya nos gustaría saber quien ha tachado la foto con saña para que fuera eliminada; pues para que se entere, llevándola a donde ahora está, le va a resultar más difícil)