EL VIEJO CAÑO Y SU HISTORIA. En 1950, año en el que Poveda alcanzó el máximo de su población pero también el comienzo del éxodo de la misma, aquélla se aproximó a los 800 habitantes. En ningún caso los rebasó. Su procedencia era tan de aluvión y variopinta como la que se puede apreciar en la amalgama de apellidos tal y como como se podrá valorar en los que a continuación se relacionan como habitantes de hecho y de derecho en la fecha indicada. Con independencia de los clásicos López, Rodríguez, Fernández, García, González, Pérez, etc., aparecen otros tan distintos como los siguientes representando una o varias familias: 1) Arenas; 2) Barba; 3) Barrios 3) Bermejo; 4) Casado; 5) Cuadrado; 6) Cestero; 7) Ferrándiz; 8) Fiallegas; 9) Hierro); 10) Marcos; 11) Monsalvo; 12) Moralejo; 13) Palomo; 14) Pajón; 15) 16) Paz; 17) Perlines; 18) Perrino; 17) Pinto; 18) Rodero; 19) Rubio; 20) Sagrado; 21) Santamaría; 22) Sierra; 23) Terradillos; 24) Torre (De la); 25 Velázquez; 26) Yagüe; 227) Yenes; 28) Zamarreño; 29) Zapatero; 30) Zazo). Es decir, una treintena de distintas procedencias. Posiblemente falte alguno más, pues cito de memoria. Ninguna de ellas, que se sepa o salvo que por alguien se corrija, consta la primacía de fundadores del lugar o de primeros pobladores. Todas ellas bebieron agua del viejo caño.