Me ha llamado la atención el nombre de esta calle, precisamente porque oficialmente se denomina "De La Cuesta". Me sorprende, repito, porque, si bien es cierto que ofrece un ligero desnivel entre el comienzo y el final de la misma, semejante denominación, al menos en Poveda, no le "pega" tal nombre ni con silicona. En efecto, en nuestro pueblo hay no menos de una docena de ellas que merecen tal denominación con más propiedad. Veamos, si no, unas cuantas:
1) La que empieza en la que fuera fragua de Constancio Fiallegas pasando al lado del tejar de Feliciano Ferrándiez (ya sé o imagino que habrán cambiado de dueños todos estos inmuebles), desembocando en otra más larga, y si cabe, más pronunciada aún, que es la que comienza en: 2), frente a la que fuera casa de la señora Margarita Sierra y la del Sr. Juan Palomo ó su hija Exuperancia, la cual finaliza a la altura de la que fuera vivienda de Joaquín Zamarreño y familia, y por la otra acera, la esquina de la de Isidro Teradillos; 3) la conocida como la del Sr. Leoncio (ésta era de órdago); 4) la que, iniciada a la altura de la casa de Anastasio Pinto (hijo), nos lleva hasta la Iglesia Parroquial; 5), la que se inicia casi desde el río y, pasando por la puerta de la Sra. Pascasia y el Sr. Antonio, termina casi en la plaza; 6) la que, desde el mismo lugar de la anterior (casa de Sixto Fiallegas), finaliza en la plazuela donde se encuentra o se encontraba la vivienda del Sr. Hipólito López; 7) la titulada calle Manolete, y algunas más.
Pero lo que verdaeramente más me llama la atención de esta calle denominada de "La Cuesta" es que, existiendo en ella solamente por su acera derecha según la foto, las fachadas de dos casas grandes (todas las demás son puertas traseras de corrales), ambas pertencientes a dos hacendados agricultores de la localidad de los de más enjundia, de nombre propio uno, Auturo López Rodríguez, y el otro, José Yagüe, al primero de ellos se le adjudica el nombre popular de la citada vía pública como "la calle del tío Arturo"-, sinónimo de que así se la conoce vulgarmente, mientras que al otro, al referirse a su casa -no a la calle-, se la distingue con el de "la casa del señorito Pepe" según el pie de otra foto que se encuentra en la misma colección de Adrián. Sin duda, debe ser el resultado de la filosofía popular o la forma de entender las gentes del pueblo las biografías de cada uno de ellos. Saquen ustedes las conclusiones que les parezcan más oportunas.
Hasta pronto, amigos/as.
1) La que empieza en la que fuera fragua de Constancio Fiallegas pasando al lado del tejar de Feliciano Ferrándiez (ya sé o imagino que habrán cambiado de dueños todos estos inmuebles), desembocando en otra más larga, y si cabe, más pronunciada aún, que es la que comienza en: 2), frente a la que fuera casa de la señora Margarita Sierra y la del Sr. Juan Palomo ó su hija Exuperancia, la cual finaliza a la altura de la que fuera vivienda de Joaquín Zamarreño y familia, y por la otra acera, la esquina de la de Isidro Teradillos; 3) la conocida como la del Sr. Leoncio (ésta era de órdago); 4) la que, iniciada a la altura de la casa de Anastasio Pinto (hijo), nos lleva hasta la Iglesia Parroquial; 5), la que se inicia casi desde el río y, pasando por la puerta de la Sra. Pascasia y el Sr. Antonio, termina casi en la plaza; 6) la que, desde el mismo lugar de la anterior (casa de Sixto Fiallegas), finaliza en la plazuela donde se encuentra o se encontraba la vivienda del Sr. Hipólito López; 7) la titulada calle Manolete, y algunas más.
Pero lo que verdaeramente más me llama la atención de esta calle denominada de "La Cuesta" es que, existiendo en ella solamente por su acera derecha según la foto, las fachadas de dos casas grandes (todas las demás son puertas traseras de corrales), ambas pertencientes a dos hacendados agricultores de la localidad de los de más enjundia, de nombre propio uno, Auturo López Rodríguez, y el otro, José Yagüe, al primero de ellos se le adjudica el nombre popular de la citada vía pública como "la calle del tío Arturo"-, sinónimo de que así se la conoce vulgarmente, mientras que al otro, al referirse a su casa -no a la calle-, se la distingue con el de "la casa del señorito Pepe" según el pie de otra foto que se encuentra en la misma colección de Adrián. Sin duda, debe ser el resultado de la filosofía popular o la forma de entender las gentes del pueblo las biografías de cada uno de ellos. Saquen ustedes las conclusiones que les parezcan más oportunas.
Hasta pronto, amigos/as.