hola, bueno como está tan de moda, el tema de alargar la jubilación, que opinais? tu botella intenta participar, yo siempre te contesto, tengo curiosidad en tu opinión, bueno digo botella pero puede opinar cualquiera, hasta el conserje efe, que acaba de llegar vacaciones. Yo ya daré mí opinión. Un saludo
LO DE LAS PENSIONES: ¡MENUDO CONTENCIOSO!
Yo, en pidiéndomelo Pinxo, de inmediato me pongo presto a ejecutar lo que él mande, que para eso es el Jefe.
Y voy al grano. Es tanto lo que se ha hablado sobre el tema que parece harto difícil añadir algo nuevo que pueda resultar interesante. Pero preocupante, todo lo que quieras. Los antecedentes del Plan de Pensiones, última norma configuradora de las mismas, como todo el mundo sabe, dimana de los Pactos de Toledo, denominación que no tiene otra razón de ser que la de que fue en esta ciudad manchega cuando hace ya algunos años se celebraron en ella las reuniones pertinentes de los más iluestres economistas, dirigentes y personajes de la alta política para que se fijaran los principios a los que habrían de ajustarse las pensiones en cuanto al tiempo de cotización, las cuantías, los porcentajes. etc. etc., que las delimitaran ahora y para el futuro.
Pero principalmente, a mi entender, los Pactos de Toledo, además de lo dicho, tenían otros fines, cuales eran los de garantizar que los derechos reconocidos a los trabajadores y ciudadanos en general se consolidaran al pasar a la situación de clases pasivas, a cuyo fin se constituiría un Fondo, obviamente llamado de Pensiones, que consolidara los derechos adquiridos en pro de las mismas adquirido a lo largo de los años, de forma que llegada la edad de jubilación, su contenido y demás circunstancias por las que se ha cotizado, fueran intocables e irrevocables. Y que dicho Fondo, alimentado anualmente con cargo a los Presupuestos Generales del Estado en el supuesto de que no alcanzaran las cotizaciones de los que se encontraban en situación laboral activa para mantenerlo dentro de los límites fijados, el acuerdo en cuestión de las personalidades reunidas elevó a ley de obligado cumplimiento con todas las consecuencias. Y como los Presupuestos son limitados y el Estado probablemente tiene que atender necesidades más perentorias, el futuro es algo más que una incoógnita nebulosa.
¿Qué ha pasado o está pasando después?, pues que por necesidades de Tesorería y de los efectos de la crisis con cinco millones de parados, principal fuente de akimentación del Fondo, han fallado todas las previsiones y la Administración del Estado se encuentra absolutamente imposibilitada para mantener aquellas garantías que aparecían en los texto de los Pactos. En defintiva, amigo Pinxo, que lo tienes, (lo tenemos), muy jo**** si sueñas con una jubilación feliz.
Entretanto, Pinxo sigue sin decirme si el pico que costó el edificio del nuevo Ayuntamiento, era de cigüeña o de gallina.
Yo, en pidiéndomelo Pinxo, de inmediato me pongo presto a ejecutar lo que él mande, que para eso es el Jefe.
Y voy al grano. Es tanto lo que se ha hablado sobre el tema que parece harto difícil añadir algo nuevo que pueda resultar interesante. Pero preocupante, todo lo que quieras. Los antecedentes del Plan de Pensiones, última norma configuradora de las mismas, como todo el mundo sabe, dimana de los Pactos de Toledo, denominación que no tiene otra razón de ser que la de que fue en esta ciudad manchega cuando hace ya algunos años se celebraron en ella las reuniones pertinentes de los más iluestres economistas, dirigentes y personajes de la alta política para que se fijaran los principios a los que habrían de ajustarse las pensiones en cuanto al tiempo de cotización, las cuantías, los porcentajes. etc. etc., que las delimitaran ahora y para el futuro.
Pero principalmente, a mi entender, los Pactos de Toledo, además de lo dicho, tenían otros fines, cuales eran los de garantizar que los derechos reconocidos a los trabajadores y ciudadanos en general se consolidaran al pasar a la situación de clases pasivas, a cuyo fin se constituiría un Fondo, obviamente llamado de Pensiones, que consolidara los derechos adquiridos en pro de las mismas adquirido a lo largo de los años, de forma que llegada la edad de jubilación, su contenido y demás circunstancias por las que se ha cotizado, fueran intocables e irrevocables. Y que dicho Fondo, alimentado anualmente con cargo a los Presupuestos Generales del Estado en el supuesto de que no alcanzaran las cotizaciones de los que se encontraban en situación laboral activa para mantenerlo dentro de los límites fijados, el acuerdo en cuestión de las personalidades reunidas elevó a ley de obligado cumplimiento con todas las consecuencias. Y como los Presupuestos son limitados y el Estado probablemente tiene que atender necesidades más perentorias, el futuro es algo más que una incoógnita nebulosa.
¿Qué ha pasado o está pasando después?, pues que por necesidades de Tesorería y de los efectos de la crisis con cinco millones de parados, principal fuente de akimentación del Fondo, han fallado todas las previsiones y la Administración del Estado se encuentra absolutamente imposibilitada para mantener aquellas garantías que aparecían en los texto de los Pactos. En defintiva, amigo Pinxo, que lo tienes, (lo tenemos), muy jo**** si sueñas con una jubilación feliz.
Entretanto, Pinxo sigue sin decirme si el pico que costó el edificio del nuevo Ayuntamiento, era de cigüeña o de gallina.
