POVEDA DE LAS CINTAS: Parece ser, y a las pruebas me remito, que la sola...

Parece ser, y a las pruebas me remito, que la sola presencia de efe nos ha quedado sin habla y no que gato nos haya comido la lengua. De todas formas no podemos ni debemos darle la bienvenida porque nunca se marchó: no dijo “adiós” ni ha dicho “hola” señal inequívoca de que nunca nos abandonó; sus motivos habrá tenido para no intervenir. Y para que todo siga igual que antes, tengo que discrepar ¡cómo no! de lo que dice respecto del caño viejo: me temo efe que el caño no está hecho con barro sino con ladrillo macizos, viejos, eso sí, pero ladrillos.
Ya ni mis amantes me escribe, qué larga es esta santa cuaresma –con perdón-