No agarremos el rábano por las hojas, que para eso vale cualquiera, fundamentalmente los "baldragas". Tampoco me valen las patrioterías de campanario de aldea pues es obvio que cuando estoy refiriéndome a que no se necesita la parafernalia de todo un ayuntamiento para pueblo de 300 habitantes, me estoy refiriendo a los pequeños en general y no al de Poveda en particular, cuya administración seguramente será excelente y hasta digna de ponerla como ejemplo con ese déficit CERO. Pero eso no me vale porque, si quizá la gobernación del mismo lo hubiera sido por otro sistema, habría resultado un seperávit cuyo mejor destino contribuiría, por ejemplo, a paliar necesidades que jamás se tuvieron en cuenta, y no quiero aquí señalarlas para no pasarme de rosca. Pero por ejemplo, y por solo citar una, la de atender con una ayuda a los que no disponen más que de una pensión raquítica o a los desempleados que agotaron el subsidio de turno o el que disponen es insuficiente para atender las necesidades más perentorias. Los balances, amaigo Soso, también se pueden cuadrar "a capón".
No estaría de más el que se dieran a la publicidad las cifras "reales" del Presupuesto de gastos e ingresos para conocer si el destino de las mismas se corresponde con las verdaderas necesidades de la localidad. Los Gestores con preparación adecuada, jamás arruinan la función que se les encomienden ya que, en tal supuesto, ni serían Gestores ni su preparación sería la adecuada. Pero sobre todo, que a éstos se les podría exigir la responsabilidad de su gestión, la económica y la de otro tipo también. A los alcalditos, no.
No estaría de más el que se dieran a la publicidad las cifras "reales" del Presupuesto de gastos e ingresos para conocer si el destino de las mismas se corresponde con las verdaderas necesidades de la localidad. Los Gestores con preparación adecuada, jamás arruinan la función que se les encomienden ya que, en tal supuesto, ni serían Gestores ni su preparación sería la adecuada. Pero sobre todo, que a éstos se les podría exigir la responsabilidad de su gestión, la económica y la de otro tipo también. A los alcalditos, no.
Pues dice usted:
No se trata amigo EFE, ni de agarrar el rábano por las hojas, ni del furor causado por la intensidad de mi pasión patriótica, lo que me lleva a el reconocimiento de las necesidades de la población rural y a defender la permanencia de las ya de por sí escasas prestaciones o asistencias que reciben y que con demasiada frecuencia se les escatiman, cuando por ley, por justicia y por derecho les pertenecen.
Nadie mejor que tú sabe, que proceder del medio rural es un estigma que obliga a redoblar el esfuerzo y sacrificio para lograr una meta o unos propósitos en la vida: O, ¿te habría costado el mismo esfuerzo llegar donde has llegado de haber sido madrileño en vez de ser povedano?
La razón de este desacuerdo, es sin duda la diferente óptica con la que enfocamos una misma realidad, encaminados sin duda en ambos casos, y con las mejores intenciones, a lograr mejoras para nuestro querido pueblo que nos vio nacer: que diría nuestro buen amigo JOM. Con la diferencia, de que para lograr estos fines, tú querrías destruir lo que sobra, y yo preferiría construir lo que falta.
Se trata EFE amigo, de que aquí, en este humilde foro y en vista de que a los demás povedanos no parezca importarles mucho si Poveda llegará o no a ser la periferia de Cantalpino; en distendida y coterránea charla aportemos ideas, tú las tuyas, yo las mías, para hacer más atractiva la vida en los pueblos, para que en vez de 200 tengan 2000 habitantes y esté justificada la parafernalia de todo un ayuntamiento.
Aun, considerando excesivo el montaje escénico de todo un Ayuntamiento para municipios que no llegan ni de lejos a los 300 residentes, piensa en los gastos e inconvenientes que ocasionaría a estos vecinos en tiempo y dinero en los desplazamientos con la supresión del cabildo. No es justo, que resulte cuatro veces más costosa cualquier consulta burocrática a estos ciudadanos que al resto de los mortales. Amén, de que estos asuntos serán tratados como ajenos en confrontación con los del lugar donde se realizará la consulta, y un largo etcétera que sin duda podrás complementar para tu solaz de este sereno martes de final del invierno.
Tanto urbanos como rurales somos ciudadanos con idénticos derechos y, si de suprimir lo superfluo se trata, no faltaran opiniones que apunten a la conveniencia de quitar en pueblos chicos, iglesias y cementerios. Después, será la conducción de agua potable: que bien pueden los povedanos darse un paseo hasta el Caño Viejo y acarrear el agua necesaria para el consumo diario. No escapará a los recortes el tendido eléctrico, que de lo poco que hay que ver en estos pueblos, bien puede apreciarse a la luz diurna, y después... prontito a la cama. Aun así, nunca sabremos a ciencia cierta si la cuantía de nuestros impuestos irían a mejorar la calidad de vida en grandes ciudades con todo tipo de servicios y prestaciones, o a engordar bolsa y panza de cuatro sinvergüenzas.
Pocos o ningún provecho obtiene el ciudadano de a pie cuando ocasionalmente tras eternas y caras investigaciones la justicia saca a la luz apropiaciones indebidas de caudales públicos, por lo que decía Julián el bizco: "después de la liebre ida, palos en la cama". Ni se les obliga a devolver el dinero robado, ni se les aplica castigos ejemplares que puedan disuadir a futuros aventureros a seguir sus pasos. Tenemos un abrumador muestreo que adorna la geografía a lo largo y ancho del que, como ya he dicho en alguna ocasión, podemos considerar el país más rico y moderno del norte de África. No queremos en estos pequeños pueblos a gente más preparada para robar y mentir que para defender los intereses de la clase que representan.
En cuanto a la confederación de municipios, por lo dicho anteriormente sobre la igualdad de derechos de cada uno de los más de 46 millones de personas que pueblan el territorio español: hasta el habitante del pueblo más inaccesible y remoto tiene derecho a preservar su identidad y a no ser coaccionado por politicastros titiriteros con ínfulas paternalistas sobre lo que le conviene o no hacer para lograr su bienestar.
Ni la palabra perro ha mordido nunca a nadie, ni alcalde es sinónimo de "alcaldada"; también los hay que sin ninguna retribución económica procuran hacer lo mejor posible su cometido de velar por el bienestar de la ciudadanía que le ha confiado su voto. No sé, ni me importa, si es el caso de los alcaldes povedanos; pero puedo asegurarte que es casi un milagro esquivar tantas tentaciones, y con el escaso presupuesto mantenerse en los niveles de déficit en los que se encuentran; cuanto más ahorrar para remediar a los desfavorecidos. Creo que es misión de los poderes públicos (Estado) promover las condiciones necesarias para el bienestar social.
¿Dónde va a parar la dignidad de la persona que se ve obligado a vivir de la caridad? Es obligación de estos poderes públicos evitar que haya alguna pensión raquítica que denigra a quien las recibe, y de que nadie agote nunca el subsidio de desempleo por tener siempre un trabajo digno y bien remunerado.
Y si todo lo dicho no tuviese otro fin que recortar gastos para sanear la maltrecha economía, baste un ejemplo para demostrar la inmediata solución del posible problema:
Defensa: 7.156,38 Millones de euros de presupuesto. No la necesitamos. Los españoles no tenemos otros enemigos que nosotros mismos, y con un poquito más de educación, no necesitaremos que nos defiendan de nadie.
Senado, diputaciones y otros organismos oficiales conforman una timba que no tienen otro fin que promover el amiguismo, como la reciente intentona de colocar al marido de la Cospe con un sueldo de 180.000 euros al año. Mira que bien les vendría este dinerito como ayuda a los que no disponen más que de una pequeña pensión o agotaron las ayudas de toma y cállate con que el gobierno trata de remediar la ya abismal diferencia entre ricos y pobres. Pero no será necesario recordarte amigo EFE, que no es más rico el que más tiene, sino el que menos necesita, que no nos den nada si no quieren, pero que nos dejen lo que nos pertenece. Desde aquí: ¿Ayuntamientos en pequeños pueblos? SI GRACIAS.
Harán lo que quieran, igual que lo hicieron siempre, hasta con lo que no les pertenece, pero incluso, después de que el tiempo y la vida me haya quitado todo lo demás: Poveda seguirá siendo mi pueblo. Esto si que son patrioterías de campanario de aldea, ¿qué?.
Un abrazo
P. D. Perdona por el atropello: estoy reñido con el tiempo libre.
No se trata amigo EFE, ni de agarrar el rábano por las hojas, ni del furor causado por la intensidad de mi pasión patriótica, lo que me lleva a el reconocimiento de las necesidades de la población rural y a defender la permanencia de las ya de por sí escasas prestaciones o asistencias que reciben y que con demasiada frecuencia se les escatiman, cuando por ley, por justicia y por derecho les pertenecen.
Nadie mejor que tú sabe, que proceder del medio rural es un estigma que obliga a redoblar el esfuerzo y sacrificio para lograr una meta o unos propósitos en la vida: O, ¿te habría costado el mismo esfuerzo llegar donde has llegado de haber sido madrileño en vez de ser povedano?
La razón de este desacuerdo, es sin duda la diferente óptica con la que enfocamos una misma realidad, encaminados sin duda en ambos casos, y con las mejores intenciones, a lograr mejoras para nuestro querido pueblo que nos vio nacer: que diría nuestro buen amigo JOM. Con la diferencia, de que para lograr estos fines, tú querrías destruir lo que sobra, y yo preferiría construir lo que falta.
Se trata EFE amigo, de que aquí, en este humilde foro y en vista de que a los demás povedanos no parezca importarles mucho si Poveda llegará o no a ser la periferia de Cantalpino; en distendida y coterránea charla aportemos ideas, tú las tuyas, yo las mías, para hacer más atractiva la vida en los pueblos, para que en vez de 200 tengan 2000 habitantes y esté justificada la parafernalia de todo un ayuntamiento.
Aun, considerando excesivo el montaje escénico de todo un Ayuntamiento para municipios que no llegan ni de lejos a los 300 residentes, piensa en los gastos e inconvenientes que ocasionaría a estos vecinos en tiempo y dinero en los desplazamientos con la supresión del cabildo. No es justo, que resulte cuatro veces más costosa cualquier consulta burocrática a estos ciudadanos que al resto de los mortales. Amén, de que estos asuntos serán tratados como ajenos en confrontación con los del lugar donde se realizará la consulta, y un largo etcétera que sin duda podrás complementar para tu solaz de este sereno martes de final del invierno.
Tanto urbanos como rurales somos ciudadanos con idénticos derechos y, si de suprimir lo superfluo se trata, no faltaran opiniones que apunten a la conveniencia de quitar en pueblos chicos, iglesias y cementerios. Después, será la conducción de agua potable: que bien pueden los povedanos darse un paseo hasta el Caño Viejo y acarrear el agua necesaria para el consumo diario. No escapará a los recortes el tendido eléctrico, que de lo poco que hay que ver en estos pueblos, bien puede apreciarse a la luz diurna, y después... prontito a la cama. Aun así, nunca sabremos a ciencia cierta si la cuantía de nuestros impuestos irían a mejorar la calidad de vida en grandes ciudades con todo tipo de servicios y prestaciones, o a engordar bolsa y panza de cuatro sinvergüenzas.
Pocos o ningún provecho obtiene el ciudadano de a pie cuando ocasionalmente tras eternas y caras investigaciones la justicia saca a la luz apropiaciones indebidas de caudales públicos, por lo que decía Julián el bizco: "después de la liebre ida, palos en la cama". Ni se les obliga a devolver el dinero robado, ni se les aplica castigos ejemplares que puedan disuadir a futuros aventureros a seguir sus pasos. Tenemos un abrumador muestreo que adorna la geografía a lo largo y ancho del que, como ya he dicho en alguna ocasión, podemos considerar el país más rico y moderno del norte de África. No queremos en estos pequeños pueblos a gente más preparada para robar y mentir que para defender los intereses de la clase que representan.
En cuanto a la confederación de municipios, por lo dicho anteriormente sobre la igualdad de derechos de cada uno de los más de 46 millones de personas que pueblan el territorio español: hasta el habitante del pueblo más inaccesible y remoto tiene derecho a preservar su identidad y a no ser coaccionado por politicastros titiriteros con ínfulas paternalistas sobre lo que le conviene o no hacer para lograr su bienestar.
Ni la palabra perro ha mordido nunca a nadie, ni alcalde es sinónimo de "alcaldada"; también los hay que sin ninguna retribución económica procuran hacer lo mejor posible su cometido de velar por el bienestar de la ciudadanía que le ha confiado su voto. No sé, ni me importa, si es el caso de los alcaldes povedanos; pero puedo asegurarte que es casi un milagro esquivar tantas tentaciones, y con el escaso presupuesto mantenerse en los niveles de déficit en los que se encuentran; cuanto más ahorrar para remediar a los desfavorecidos. Creo que es misión de los poderes públicos (Estado) promover las condiciones necesarias para el bienestar social.
¿Dónde va a parar la dignidad de la persona que se ve obligado a vivir de la caridad? Es obligación de estos poderes públicos evitar que haya alguna pensión raquítica que denigra a quien las recibe, y de que nadie agote nunca el subsidio de desempleo por tener siempre un trabajo digno y bien remunerado.
Y si todo lo dicho no tuviese otro fin que recortar gastos para sanear la maltrecha economía, baste un ejemplo para demostrar la inmediata solución del posible problema:
Defensa: 7.156,38 Millones de euros de presupuesto. No la necesitamos. Los españoles no tenemos otros enemigos que nosotros mismos, y con un poquito más de educación, no necesitaremos que nos defiendan de nadie.
Senado, diputaciones y otros organismos oficiales conforman una timba que no tienen otro fin que promover el amiguismo, como la reciente intentona de colocar al marido de la Cospe con un sueldo de 180.000 euros al año. Mira que bien les vendría este dinerito como ayuda a los que no disponen más que de una pequeña pensión o agotaron las ayudas de toma y cállate con que el gobierno trata de remediar la ya abismal diferencia entre ricos y pobres. Pero no será necesario recordarte amigo EFE, que no es más rico el que más tiene, sino el que menos necesita, que no nos den nada si no quieren, pero que nos dejen lo que nos pertenece. Desde aquí: ¿Ayuntamientos en pequeños pueblos? SI GRACIAS.
Harán lo que quieran, igual que lo hicieron siempre, hasta con lo que no les pertenece, pero incluso, después de que el tiempo y la vida me haya quitado todo lo demás: Poveda seguirá siendo mi pueblo. Esto si que son patrioterías de campanario de aldea, ¿qué?.
Un abrazo
P. D. Perdona por el atropello: estoy reñido con el tiempo libre.