Pues si es verdad, buena panda de Povedanos, nos juntaríamos.
A mi si me gustaría, me comformaré con comer en algún parque un trozo de empanada (a falta de Hornazo), mientra pienso en como se estará poniendo las botas Soso comiéndose el agujero de la rosca y regándole con un trago de la bota de vino para no atragantarse.
BUEN LUNES DE AGUAS A TODOS.
A mi si me gustaría, me comformaré con comer en algún parque un trozo de empanada (a falta de Hornazo), mientra pienso en como se estará poniendo las botas Soso comiéndose el agujero de la rosca y regándole con un trago de la bota de vino para no atragantarse.
BUEN LUNES DE AGUAS A TODOS.
Es lo malo que tiene esto de los nicks y del anonimato en los foros: a ver a dónde y a nombre de quién te mandamos por SEUR un hornazo yo o cualquier povedano o povedana para que lo disfrutes el próximo Lunes de Aguas en vez de una empanada.
En cualquier caso, el hornazo es una bomba de calorías que a nuestra edad no siempre es conveniente ingerir. ¿Qué tal andas tú con la linea? Yo ando rozando la obesidad, y aun así, estoy colaborando en la elaboración de un hornazo casero típico de Salamanca y, que sea lo que Dios quiera.
Si algo caracteriza a los pueblos salmantinos en general y a Poveda en particular es, sin duda, su gastronomía; basada en comidas completas potentes y energéticas (probable causa de mi sobrepeso), jugosas carnes, artesanales postres y los característicos embutidos, hacen las delicias de los paladares más exigentes.
Aunque el plato estrella de estos lares suele ser el llamado cocido, –también olla o puchero, y al que dedicaremos unas palabras en otra ocasión –, pasada la Semana Santa, la cocina tradicional povedana tiene una cita especial con el hornazo.
Elaborado con productos frescos y naturales como el chorizo, el lomo y el jamón, a veces huevo cocido, es sin duda el mejor reconstituyente para rehabilitar el organismo después del ayuno que caracteriza el tiempo de Cuaresma.
A escasos dos kilómetros del pueblo de Poveda, existe un paraje solitario y tranquilo, una alfombra de verde hierva que invita a el descanso en lo que llamamos el Tranche. Existe en el lugar un montículo donde crecen tomillo y otras hiervas aromáticas, y custodiado por álamos sauces llorones y otras especies de arboles podemos encontrar las ruinas de un viejo molino de agua que conserva aún el encanto de lo antiguo, y al que llamamos molino de "La Concha"por tener nombre propio y una placa metálica con letras de molde sobre la puerta que así lo indicaba. La convergencia en el lugar del río Lobos y el río Poveda junto con el conjunto paisajístico, hacen del lugar el sitio ideal para que los povedanos se reúnan allí para degustar sabrosos hornazos el Lunes de Aguas en fiesta campestre.
Hablando de otra cosa querido JOM: ¿has visto qué mala pata la de Donjuancar? con lo mal que está la economía gastarse tanto dinero (entre 37.000 y 45.000 euros) en Botsuana y al final no ha podido ni traerse el elefante.
A pasar un buen Lunes de Aguas.
En cualquier caso, el hornazo es una bomba de calorías que a nuestra edad no siempre es conveniente ingerir. ¿Qué tal andas tú con la linea? Yo ando rozando la obesidad, y aun así, estoy colaborando en la elaboración de un hornazo casero típico de Salamanca y, que sea lo que Dios quiera.
Si algo caracteriza a los pueblos salmantinos en general y a Poveda en particular es, sin duda, su gastronomía; basada en comidas completas potentes y energéticas (probable causa de mi sobrepeso), jugosas carnes, artesanales postres y los característicos embutidos, hacen las delicias de los paladares más exigentes.
Aunque el plato estrella de estos lares suele ser el llamado cocido, –también olla o puchero, y al que dedicaremos unas palabras en otra ocasión –, pasada la Semana Santa, la cocina tradicional povedana tiene una cita especial con el hornazo.
Elaborado con productos frescos y naturales como el chorizo, el lomo y el jamón, a veces huevo cocido, es sin duda el mejor reconstituyente para rehabilitar el organismo después del ayuno que caracteriza el tiempo de Cuaresma.
A escasos dos kilómetros del pueblo de Poveda, existe un paraje solitario y tranquilo, una alfombra de verde hierva que invita a el descanso en lo que llamamos el Tranche. Existe en el lugar un montículo donde crecen tomillo y otras hiervas aromáticas, y custodiado por álamos sauces llorones y otras especies de arboles podemos encontrar las ruinas de un viejo molino de agua que conserva aún el encanto de lo antiguo, y al que llamamos molino de "La Concha"por tener nombre propio y una placa metálica con letras de molde sobre la puerta que así lo indicaba. La convergencia en el lugar del río Lobos y el río Poveda junto con el conjunto paisajístico, hacen del lugar el sitio ideal para que los povedanos se reúnan allí para degustar sabrosos hornazos el Lunes de Aguas en fiesta campestre.
Hablando de otra cosa querido JOM: ¿has visto qué mala pata la de Donjuancar? con lo mal que está la economía gastarse tanto dinero (entre 37.000 y 45.000 euros) en Botsuana y al final no ha podido ni traerse el elefante.
A pasar un buen Lunes de Aguas.