Desde un principio de esta historia dije siempre; que me parecía tan falsa como lo del corte de la mayonesa cuando están las mujeres con esos días. Después, al ver la mancha en el suelo de la mujer envuelta en llamas y gritando en la calle Real povedana muy cerca de la carretera SA-810, (por cierto, San Google también se ha equivocado y la nombra SA-811) y las muchas coincidencias entre la historia contada y la realidad del pueblo: el olor cabruno al atravesar ese punto, la luminaria, las canciones alusivas a el animal... y etcétera, perdí toda mi firmeza y comenzaron mis dudas si sería o no cierta la historia de la cabra.
Hoy, leyendo los mensajes de JOM y EFE que ambos vivieron en la plaza a solo unos pasos de la casa de aquella mujer, si es que existió, al verles tirar balones fuera, escurrir el bulto y cargarle el muerto de la historia de la cabra a otros pueblos, JOM a otra Poveda, ¿Poveda de la Sierra quizá? EFE a el zamorano pueblo de Manganeses de la Polvorosa, no solamente aumentan mis dudas, sino que empiezo a notarme algunos recelos y a sospechar que esta historia encierra algo más tenebroso que la humilde mancha en la calle Real y la muerte de una cabra.
¿Habrán sido, por proximidad a esa casa, testigos de algún fenómeno paranormal y quieran ocultarlo? Confiar en nosotros y hablar con franqueza, estamos para ayudaros.
¿Será un acto reflejo, pensando quizá en la crítica a que nos someterán otros pueblos, la burla, o la posibilidad de que estalle el escandalo tachándonos a los povedanos de inhumanos al martirizar de ese modo a la chiva? Podéis estar tranquilos, ningún pueblo se atreverá a juzgarnos; cada pueblo tiene su historia horrible y ya lo que queremos la mayoría es olvidar.
¡Coño! ¿Pues no tienen en Santiago de la Puebla un caimán disecado en la iglesia que se comió una niña chica y después la encontraron viva dentro del animal? Lo mismo que podríamos tener nosotros una cabra disecada en la iglesia de haberla dado caza viva aquella terrible noche en vez de quemarse. Que dicho sea de paso, y no me gustaría que me tomarais por una persona frívola o irrespetuosa con estas cosas, pero no desentonaría nada, incluso, quedaría bonito con la tabla machimbrada del retablo de la iglesia la cabeza de una cabra disecada.
Ahora, para cruel lo de El Campo de Peñaranda, donde nacieron hace ya mucho tiempo toda una camada de tostones con la mismísima cara que el maestro del pueblo. Tanto se parecían los cerditos a el educador, que hasta la marca de las gafas que gastó de siempre aquel hombre aparecían en el rostro de las bestias.
Sin quitar méritos a lo de Cantalpino, donde se le apareció la Virgen a un muchacho en el sobrao, y vaya sitio de aparecerse la Virgen, ¿qué?
O lo de Arabayona con el Cristo, (el Cristo de Hornillos) empeñado desde siempre en que no quiere pasar el río, y hasta mató en lo antiguo a los bueyes con un milagro, cuando quisieron hacerle atravesar el río a la fuerza en una carreta.
Y no EFE, no saltaba la cabra, si es que existió, desde el campanario de la torre: necio habría de ser el animal, por muy cabra que fuese, precipitarse desde la torre dado la impresionante altura a la que se eleva el campanario povedano. 841 metros, (sobre el nivel del mar).
Rosalia: ¿qué tal?, ¿no tenéis en vuestro pueblo alguna historia de éstas que ponen los pelos de punta?
A todos los reincorporados: me alegro de veros por aquí. Os echaba de menos.
Hoy, leyendo los mensajes de JOM y EFE que ambos vivieron en la plaza a solo unos pasos de la casa de aquella mujer, si es que existió, al verles tirar balones fuera, escurrir el bulto y cargarle el muerto de la historia de la cabra a otros pueblos, JOM a otra Poveda, ¿Poveda de la Sierra quizá? EFE a el zamorano pueblo de Manganeses de la Polvorosa, no solamente aumentan mis dudas, sino que empiezo a notarme algunos recelos y a sospechar que esta historia encierra algo más tenebroso que la humilde mancha en la calle Real y la muerte de una cabra.
¿Habrán sido, por proximidad a esa casa, testigos de algún fenómeno paranormal y quieran ocultarlo? Confiar en nosotros y hablar con franqueza, estamos para ayudaros.
¿Será un acto reflejo, pensando quizá en la crítica a que nos someterán otros pueblos, la burla, o la posibilidad de que estalle el escandalo tachándonos a los povedanos de inhumanos al martirizar de ese modo a la chiva? Podéis estar tranquilos, ningún pueblo se atreverá a juzgarnos; cada pueblo tiene su historia horrible y ya lo que queremos la mayoría es olvidar.
¡Coño! ¿Pues no tienen en Santiago de la Puebla un caimán disecado en la iglesia que se comió una niña chica y después la encontraron viva dentro del animal? Lo mismo que podríamos tener nosotros una cabra disecada en la iglesia de haberla dado caza viva aquella terrible noche en vez de quemarse. Que dicho sea de paso, y no me gustaría que me tomarais por una persona frívola o irrespetuosa con estas cosas, pero no desentonaría nada, incluso, quedaría bonito con la tabla machimbrada del retablo de la iglesia la cabeza de una cabra disecada.
Ahora, para cruel lo de El Campo de Peñaranda, donde nacieron hace ya mucho tiempo toda una camada de tostones con la mismísima cara que el maestro del pueblo. Tanto se parecían los cerditos a el educador, que hasta la marca de las gafas que gastó de siempre aquel hombre aparecían en el rostro de las bestias.
Sin quitar méritos a lo de Cantalpino, donde se le apareció la Virgen a un muchacho en el sobrao, y vaya sitio de aparecerse la Virgen, ¿qué?
O lo de Arabayona con el Cristo, (el Cristo de Hornillos) empeñado desde siempre en que no quiere pasar el río, y hasta mató en lo antiguo a los bueyes con un milagro, cuando quisieron hacerle atravesar el río a la fuerza en una carreta.
Y no EFE, no saltaba la cabra, si es que existió, desde el campanario de la torre: necio habría de ser el animal, por muy cabra que fuese, precipitarse desde la torre dado la impresionante altura a la que se eleva el campanario povedano. 841 metros, (sobre el nivel del mar).
Rosalia: ¿qué tal?, ¿no tenéis en vuestro pueblo alguna historia de éstas que ponen los pelos de punta?
A todos los reincorporados: me alegro de veros por aquí. Os echaba de menos.