Hola a todos.
Madre de DIOS, Soso con esta historia por mi te nominaba al premio Cervantes, a los Nobel no porque tiene que ser más larga (la historia). La pena es que yo no pinxo ni corto en el tema Cervantes. Es la primera vez en toda mi vida que leo o escucho esta historia, EFE ¿sabía ud. de la existencia de esta leyenda?. Pa mi que esto ocurrió en otro POVEDA.
Hasta otra.
Madre de DIOS, Soso con esta historia por mi te nominaba al premio Cervantes, a los Nobel no porque tiene que ser más larga (la historia). La pena es que yo no pinxo ni corto en el tema Cervantes. Es la primera vez en toda mi vida que leo o escucho esta historia, EFE ¿sabía ud. de la existencia de esta leyenda?. Pa mi que esto ocurrió en otro POVEDA.
Hasta otra.
CARTA ABIERTA AL AMIGO JOM:
Me complace sobremanera corresponder a tu invitación en el sentido de si puedo aportar algo que merezca la pena y/ó que contribuya a arrojar alguna luz en relación con los misterios, los entusiasmos y las fantasías que de suyo adornan y nos regala el Gran Soso en virtud de su relato de cabras que saltan desde el campanario, gatos negros que caminan a la sombra de la mujer vieja-niña que transita en viaje de ida y vuelta, siempre con cántaro de agua sobre la cabeza y viviendo en casa sin ventanas ni chimenea, etc. etc. Del mismo modo nos dice también el Gran Soso que han existido indelebles manchas misteriosas imborrables surgidas en plena calle o plaza pública procedentes de extrañas hogueras surgidas al perjuro de no se sabe qué maldiciones o premoniciones. En suma, todo un conglomerado fantasioso y sugerente difícil digerir, más propio de una novela negra.
De entrada, amaigo JOM, tan formidable y abigarrado cóctel de fantasías y elucubraciones calenturientas, sospechas aderezadas de embrujos que engendran terror en quienes han sido abordados por los fantasmas que les sorprendieron, y otrass serie de historias más, resulta poco menos que imposible digerirlas de un sólo "sopapo". Más, algo hay de cierto en cuanto a los personajes utilizados.
Por ejemplo, la cabra que salta desde el campanario ha sido un hecho real en la historia rural ya que, en un pueblecito de la provincia de Zamora llamado Manganeses de la Polvorosa, no es que la cabra saltara desde ese elevado lugar sagrado sino que, los mozos del pueblo, el día de los quintos, compraban una, por supuesto viva, que la arrojaban desde allí con pleno alborozo del populacho como un acto más de la celebración de ese día. Como verás, amigo JOM, el Gran Soso no va tan descaminado. Comprenderás, por otra parte, que lo de que la cabra de Soso, a continuación del aterrizaje pudiera saltar de carro en carro, por ahí ya no paso porque, al menos la de Manganeses de la Polvorosa, tras el aterrizaje, quedaba hecha polvo. Puede que de ahí proceda el añadido al nombre de dicho pueblo "De la Polvorosaa".
Te prometo continuar pues, la fantasía de Soso bien merece una dedicación más concienzuda pues hay materia para ello, ya que, al menos yo, creo poder añadir algo con un poquito de salsa, pero no deseo alargarme hoy para no cansarte.
Recibe un cordial saludo, extensible a Soso y a todos los povedanos/as de bien. Repito: Continuará.
Me complace sobremanera corresponder a tu invitación en el sentido de si puedo aportar algo que merezca la pena y/ó que contribuya a arrojar alguna luz en relación con los misterios, los entusiasmos y las fantasías que de suyo adornan y nos regala el Gran Soso en virtud de su relato de cabras que saltan desde el campanario, gatos negros que caminan a la sombra de la mujer vieja-niña que transita en viaje de ida y vuelta, siempre con cántaro de agua sobre la cabeza y viviendo en casa sin ventanas ni chimenea, etc. etc. Del mismo modo nos dice también el Gran Soso que han existido indelebles manchas misteriosas imborrables surgidas en plena calle o plaza pública procedentes de extrañas hogueras surgidas al perjuro de no se sabe qué maldiciones o premoniciones. En suma, todo un conglomerado fantasioso y sugerente difícil digerir, más propio de una novela negra.
De entrada, amaigo JOM, tan formidable y abigarrado cóctel de fantasías y elucubraciones calenturientas, sospechas aderezadas de embrujos que engendran terror en quienes han sido abordados por los fantasmas que les sorprendieron, y otrass serie de historias más, resulta poco menos que imposible digerirlas de un sólo "sopapo". Más, algo hay de cierto en cuanto a los personajes utilizados.
Por ejemplo, la cabra que salta desde el campanario ha sido un hecho real en la historia rural ya que, en un pueblecito de la provincia de Zamora llamado Manganeses de la Polvorosa, no es que la cabra saltara desde ese elevado lugar sagrado sino que, los mozos del pueblo, el día de los quintos, compraban una, por supuesto viva, que la arrojaban desde allí con pleno alborozo del populacho como un acto más de la celebración de ese día. Como verás, amigo JOM, el Gran Soso no va tan descaminado. Comprenderás, por otra parte, que lo de que la cabra de Soso, a continuación del aterrizaje pudiera saltar de carro en carro, por ahí ya no paso porque, al menos la de Manganeses de la Polvorosa, tras el aterrizaje, quedaba hecha polvo. Puede que de ahí proceda el añadido al nombre de dicho pueblo "De la Polvorosaa".
Te prometo continuar pues, la fantasía de Soso bien merece una dedicación más concienzuda pues hay materia para ello, ya que, al menos yo, creo poder añadir algo con un poquito de salsa, pero no deseo alargarme hoy para no cansarte.
Recibe un cordial saludo, extensible a Soso y a todos los povedanos/as de bien. Repito: Continuará.
El tema de la cabra puede ser inagotable. Probablemente obedece a que sus afilados y enhiestos cuernos, y sus formidables glándulas mamarias, vulgo tetas colgajeras, se prestan a todo tipo de maledicencias y sabrosos malentendidos, y así, por ejemplo, con el tiempo y los avatares de la vida no exentos de mala uva, amén de otros vaivenes no precisamente gratos, han dado lugar a que metafóricamente dichos atributos de este bóvido, cuando se asocian a personas, pueden resultar demoledores. Los más simples, como por ejemplo el del dicho que dice, "la cabra siempre tira al monte", o este otro: "está como una cabra", son sólo frases hechas y dichas cada día que no precisan de más aclaraciones. Pero ¡ojo! cuando se le compara a cualquier humano con una cabra-macho de tamaño superior al normal, es decir, cuando se la adjudica el aumentativo gramatical que le corresponde por tal motivo en toda su extensión, pues que resulta, en suma, que es todo un cabrón. ¿Cuántas veces hemos oído esto? Pues a diario.
Me viene al pelo contaros un hecho ocurrido en la realidad que en mi vida profesional me tocó experimentar en forma directa. Resultó que en el Departamento correspondiente donde me encontraba destinado, el Director General del mismo, en lugar de llamársele en conversación coloquial de los subordinados por su nombre, por ejemplo, Sr. Gutiérrez, no se le citaba así sino que se le denominaba siempre con el pseudónimo de "EL MASCA". Del mismo me entero que al personaje que realizaba las funciones de segundo Jefe del mismo Departamento, Sr. Fernández, igualmente era citado en los corrillos con el sobrenombre de "EL TANCA", y al que andaba siempre como ayudante de ambos, también tenía adjudicaddo el suyo, a saber, que su apodo era el de "EL TANQUILLA".
Tan originales sobrenombres que todos celebraban con alborozo y cierto retintín, obviamente despertó mi curiosidad y pregunté a qué obedecían ya que parecían no tener sentido. Lo que me aclararon a continuación, fue de lo más significativo y sorprendente: "EL MASCA", adjudicado al primer Jefe del Departamento, era sinónimo de "EL MÁS CABRÓN"; b) por lo que se refiere al segundo Jefe, "EL TANCA" le fue endosado porque, según los funcionarios que de él dependía era "TAN CABRÓN" como el anterior. Y por lo que se refería al tercero, "EL TANQUILLA" como éste apenas tenía otro poder o influencia que la de hacer la pelota a lo dos anteriores, y no llegaba a la categoría de "El Tanca", lo dejaron en "El Tanquilla".
Como podreis observar, queridos amigos Soso y JOM, la cabra da para mucha literatura y no me extraña que se la haya tomado como protagonista de tantos hechos históricos, como por ejemplo,"mutatis-mutandi", el amigo Soso, (valga el latinajo) unos son "burlones" y otros "muy cabrones". Los cuernos y las tetas, desde tiempo inmemorial, han existido y han sido causa tanto de gustos como de disgustos. He ahí la grandeza de la cabra al estar dotada de hermosos apéndices. Y sus consecuencias. La imaginación popular es terrible suspicaz. Y esto de la cabra, no es más que el aperitivo. Y tiene tela para rato. Que conste.
Saludos caprinos, amigos/as.
Me viene al pelo contaros un hecho ocurrido en la realidad que en mi vida profesional me tocó experimentar en forma directa. Resultó que en el Departamento correspondiente donde me encontraba destinado, el Director General del mismo, en lugar de llamársele en conversación coloquial de los subordinados por su nombre, por ejemplo, Sr. Gutiérrez, no se le citaba así sino que se le denominaba siempre con el pseudónimo de "EL MASCA". Del mismo me entero que al personaje que realizaba las funciones de segundo Jefe del mismo Departamento, Sr. Fernández, igualmente era citado en los corrillos con el sobrenombre de "EL TANCA", y al que andaba siempre como ayudante de ambos, también tenía adjudicaddo el suyo, a saber, que su apodo era el de "EL TANQUILLA".
Tan originales sobrenombres que todos celebraban con alborozo y cierto retintín, obviamente despertó mi curiosidad y pregunté a qué obedecían ya que parecían no tener sentido. Lo que me aclararon a continuación, fue de lo más significativo y sorprendente: "EL MASCA", adjudicado al primer Jefe del Departamento, era sinónimo de "EL MÁS CABRÓN"; b) por lo que se refiere al segundo Jefe, "EL TANCA" le fue endosado porque, según los funcionarios que de él dependía era "TAN CABRÓN" como el anterior. Y por lo que se refería al tercero, "EL TANQUILLA" como éste apenas tenía otro poder o influencia que la de hacer la pelota a lo dos anteriores, y no llegaba a la categoría de "El Tanca", lo dejaron en "El Tanquilla".
Como podreis observar, queridos amigos Soso y JOM, la cabra da para mucha literatura y no me extraña que se la haya tomado como protagonista de tantos hechos históricos, como por ejemplo,"mutatis-mutandi", el amigo Soso, (valga el latinajo) unos son "burlones" y otros "muy cabrones". Los cuernos y las tetas, desde tiempo inmemorial, han existido y han sido causa tanto de gustos como de disgustos. He ahí la grandeza de la cabra al estar dotada de hermosos apéndices. Y sus consecuencias. La imaginación popular es terrible suspicaz. Y esto de la cabra, no es más que el aperitivo. Y tiene tela para rato. Que conste.
Saludos caprinos, amigos/as.