Gracias Puce, por hacernos partícipes de los acontecimientos Povedanos. Como ya dije, espero que esta fiesta perdure muchos años más.
Me dijeron que hubo dos quintos (ya no conozco a la gente joven). Bueno no son tantos como antiguamente pero todo cambia en esta vida (espero que esta fiesta no). Me alegro mucho, y que recuerdos a que sí EFE, Lupicinio, Gonzalo y demás...
Saludos.
Me dijeron que hubo dos quintos (ya no conozco a la gente joven). Bueno no son tantos como antiguamente pero todo cambia en esta vida (espero que esta fiesta no). Me alegro mucho, y que recuerdos a que sí EFE, Lupicinio, Gonzalo y demás...
Saludos.
LOS CUARTOS Y LOS QUINTOS.
Me hago eco de la invitación de JOM al grupo de los tres povedanos que cita en su misiva para que aporten o digan algo sobre la fiesta de los quintos. Lamento no poder explicar o decir algo de en qué consiste en la actualidad dada mi ausencia.
De entrada, es casi un milagro que se siga manteniendo tal motivo de regocijo con motivo de los fiesta de los "Quintos", con mayúscula, ya que, basándose ésta en la circunstancia de que, los jóvenes que cada año cumplían los veinte de edad en nuestro pueblo, por disposición de carácter legal quedaban "fichados" en la lista que al año siguiente suponía obligación ineludible de la prestación del servicio militar durante el tiempo que a la sazón estaba establecido en cualquiera de los Regimientos o Destacamentos Militares de cualquiera de los tres Ejércitos (Tierra, Mar y Aire) existentes, de la tal lista se responsabilizaba el Ayuntamiento, casi con rigor sagrado. De ahí que, el acontecimiento presentara ciertos "visos" de acto solemne y la ineludible trascendencia de semejante fiesta. Yo también formé parte de dicha lista en su día.
Y digo que me parece casi un milagro porque, independientemente de que la referida motivación oficial quedó derogada hace más de veinte años, es evidente que ha creado tradición, no ya sólo en Poveda sino también en la mayor parte de los pueblos de Castilla y León. En el nuestro, como fecha de su celebración, siempre fue la coincidente con el Martes de Carnaval de cada año. El motivo era tan significativo y daba lugar a tantas emociones que, por lo que se vé, el tiempo no ha logrado olvidarlas a pesar de que los motivos que daban lugar a la misma, han desaparecido.
Lo que la Fiesta de los Quintos arrastraba consigo era algo más que el susodicho acto administrativo del "embarque" durante durante 12 ó 18 meses lejos del hogar en virtud de haberse convertido los mozos en soldados aguerridos y "veinteañeros". En ese mismo día de la Fiesta, con motivo de la misma, de la corrida de los gallos en primer lugar, y de la cena conjunta con familiares y amigos celebrada a continuación, y sobre todo, con el gran baile en el Salón después amenizado por la orquesta local, no cabe duda que surgían no pocas promesas amorosas entre mozos y mozas que al retorno de la "mili" se convetían en felices realidades.
En una 2º parte me referiré a la Fiesta propiamente dicha y a la motivación del título "Los Cuartos y Los Quintos".
Saludos a los quintos de este año.
Me hago eco de la invitación de JOM al grupo de los tres povedanos que cita en su misiva para que aporten o digan algo sobre la fiesta de los quintos. Lamento no poder explicar o decir algo de en qué consiste en la actualidad dada mi ausencia.
De entrada, es casi un milagro que se siga manteniendo tal motivo de regocijo con motivo de los fiesta de los "Quintos", con mayúscula, ya que, basándose ésta en la circunstancia de que, los jóvenes que cada año cumplían los veinte de edad en nuestro pueblo, por disposición de carácter legal quedaban "fichados" en la lista que al año siguiente suponía obligación ineludible de la prestación del servicio militar durante el tiempo que a la sazón estaba establecido en cualquiera de los Regimientos o Destacamentos Militares de cualquiera de los tres Ejércitos (Tierra, Mar y Aire) existentes, de la tal lista se responsabilizaba el Ayuntamiento, casi con rigor sagrado. De ahí que, el acontecimiento presentara ciertos "visos" de acto solemne y la ineludible trascendencia de semejante fiesta. Yo también formé parte de dicha lista en su día.
Y digo que me parece casi un milagro porque, independientemente de que la referida motivación oficial quedó derogada hace más de veinte años, es evidente que ha creado tradición, no ya sólo en Poveda sino también en la mayor parte de los pueblos de Castilla y León. En el nuestro, como fecha de su celebración, siempre fue la coincidente con el Martes de Carnaval de cada año. El motivo era tan significativo y daba lugar a tantas emociones que, por lo que se vé, el tiempo no ha logrado olvidarlas a pesar de que los motivos que daban lugar a la misma, han desaparecido.
Lo que la Fiesta de los Quintos arrastraba consigo era algo más que el susodicho acto administrativo del "embarque" durante durante 12 ó 18 meses lejos del hogar en virtud de haberse convertido los mozos en soldados aguerridos y "veinteañeros". En ese mismo día de la Fiesta, con motivo de la misma, de la corrida de los gallos en primer lugar, y de la cena conjunta con familiares y amigos celebrada a continuación, y sobre todo, con el gran baile en el Salón después amenizado por la orquesta local, no cabe duda que surgían no pocas promesas amorosas entre mozos y mozas que al retorno de la "mili" se convetían en felices realidades.
En una 2º parte me referiré a la Fiesta propiamente dicha y a la motivación del título "Los Cuartos y Los Quintos".
Saludos a los quintos de este año.