Superada ya la Fiesta del Turista ó del Verano para mejor entendernos, no me pasó desapercibido la valoración que hizo de la misma alguien que, siendo oriundo de otro pueblo pero casado en el nuestro con una povedana, con tal motivo estuvo presente en la misma. (Dicho sea entre paréntesis, quien más, quien menos, termina siempre siendo del pueblo de su mujer). Al parecer, según él, estuvo poco animada. Aunque no tengo más testimonio que el de éste foráneo con pasaporte local, y por lo demás buen amigo, doy por descontado que lo que a él le atrae, conocida su procedencia como yo la conzco, es la tauromaquia, es decir, la algarada taurina con cuernos de verdad, que es la que verdaderamente le apasiona. Lo comprendo, pero no lo comparto.
Pese a todo, y aunque sea ir contra corriente, yo entiendo que lo programado en la Fiesta povedana del Verano ha sido un acierto de buena gestión. Por cierto, nada se dice de la comida de fraternidad de todos los vecinos que venía celebrándose al día siguiente, ¿acaso se suprimió?.
Saludos festivos a la povedanía.
Pese a todo, y aunque sea ir contra corriente, yo entiendo que lo programado en la Fiesta povedana del Verano ha sido un acierto de buena gestión. Por cierto, nada se dice de la comida de fraternidad de todos los vecinos que venía celebrándose al día siguiente, ¿acaso se suprimió?.
Saludos festivos a la povedanía.
CAMBIANDO EL TERCIO.
Como estamos en fechas de plena actividad taurina se me ha ocurrido tomar prestado el término coloquial tan propio de la idem para abordar el nuevo tercio que se avecina por decisión gubernativa, cual es el de la transformación de la geo-política geográfica de España en las zonas rurales tendente a concentrar la gobernabilidad de las mismas, de forma que en tal sentido desaparecan, en términos de administración pública, todas las localidades que no alcancen los 5.000 habitantes. Partiendo de esta premisa, en la provincia de Salamanca, marcando una línea recta de norte a sur que pasara por el centro de la capital, al este de toda esta amplia zona de más de 4.000 kilómretros cuadrados, la única población que supera esta cifra de habitantes es Peñaranda de Bracamonte (7.300 en números redondos), con lo que, fácilmente se colige que ésta se convertiría en Centro Único para toda clase de tramitaciones relacionadas con la Administración Pública.
Si imaginamos que en familias de economía modesta, para dar de alta en el Registro Civil a cualquier miembro de la misma por nacimiento, o por fallecimiento, o bien para algo más sencillo como lo es, por ejemplo, cuando se trata de solicitar el permiso correspondiente para pintar la fachada de la casa, todo ello de lo más elemental en la actividad local, tener que desplazarse hasta Peñaranda para tal fin, además de incomodidad y pérdida de tiempo, también comporta gasto.
Damos por descontado que, llegado el caso, se habilitarán suficientes medios, sea vía Internet, sea a través del desplazamiento de los funcionarios pertinentes uno ó dos días alternos por semana ó mes en cada localidad u otro tipo de medidas que permitan facilitar los cometidos relacionados con la Administración, pero de lo que no hay duda es de que los pueblos afectados pierden personalidad ya que, la libertad que los ediles municipales tienen hoy para administrar el producto de los impuestos de la localidad que regentan (el de bienes inmuebles, el de circulación de vehículos, los permisos de obra, etc. etc.) al ser "gobernados" ó controlados por políticos ó funcionarios ajenos, indudablemente es posible que siempre considerarán como más "necesarios" ó más "urgentes" los de la localidad que les "caiga" más aprovechable ó simpátíca. En suma, se pierde la autonomía y algo más. Sin duda.
La división provincial del siglo XVIII (creo que fue de Javier de Burgos), a mi modo de ver, en algunos casos no pudo ser más desastrosa. Algunos ejemplos: Badajoz, Pontevedra, Orense, Cádiz, aunque visto con los ojos de hoy talmente parece que era lo más acertado. Cuando hoy las vemos con todas las comunicaciones convergentes en ellas, la concentración de la industria, la de los Centros Oficiales de Enseñanza, la de Asistencia Sanitaria, etc. etc., éstas trajeron la acumulación de habitantes en la búsqueda del bienestar y de la riqueza actual. No me parece, por todo ello, que haya sido en principio por cuestiones estratégicas de economía o del beneficio del mayor número de habitantes, sino de otras conveniencias ajenas a la colectividad e la población.
En todo caso, conviene estar preparado para afrontar el tema. Sólo así se podrá hacer fuerza para lo que más nos convenga.
Como estamos en fechas de plena actividad taurina se me ha ocurrido tomar prestado el término coloquial tan propio de la idem para abordar el nuevo tercio que se avecina por decisión gubernativa, cual es el de la transformación de la geo-política geográfica de España en las zonas rurales tendente a concentrar la gobernabilidad de las mismas, de forma que en tal sentido desaparecan, en términos de administración pública, todas las localidades que no alcancen los 5.000 habitantes. Partiendo de esta premisa, en la provincia de Salamanca, marcando una línea recta de norte a sur que pasara por el centro de la capital, al este de toda esta amplia zona de más de 4.000 kilómretros cuadrados, la única población que supera esta cifra de habitantes es Peñaranda de Bracamonte (7.300 en números redondos), con lo que, fácilmente se colige que ésta se convertiría en Centro Único para toda clase de tramitaciones relacionadas con la Administración Pública.
Si imaginamos que en familias de economía modesta, para dar de alta en el Registro Civil a cualquier miembro de la misma por nacimiento, o por fallecimiento, o bien para algo más sencillo como lo es, por ejemplo, cuando se trata de solicitar el permiso correspondiente para pintar la fachada de la casa, todo ello de lo más elemental en la actividad local, tener que desplazarse hasta Peñaranda para tal fin, además de incomodidad y pérdida de tiempo, también comporta gasto.
Damos por descontado que, llegado el caso, se habilitarán suficientes medios, sea vía Internet, sea a través del desplazamiento de los funcionarios pertinentes uno ó dos días alternos por semana ó mes en cada localidad u otro tipo de medidas que permitan facilitar los cometidos relacionados con la Administración, pero de lo que no hay duda es de que los pueblos afectados pierden personalidad ya que, la libertad que los ediles municipales tienen hoy para administrar el producto de los impuestos de la localidad que regentan (el de bienes inmuebles, el de circulación de vehículos, los permisos de obra, etc. etc.) al ser "gobernados" ó controlados por políticos ó funcionarios ajenos, indudablemente es posible que siempre considerarán como más "necesarios" ó más "urgentes" los de la localidad que les "caiga" más aprovechable ó simpátíca. En suma, se pierde la autonomía y algo más. Sin duda.
La división provincial del siglo XVIII (creo que fue de Javier de Burgos), a mi modo de ver, en algunos casos no pudo ser más desastrosa. Algunos ejemplos: Badajoz, Pontevedra, Orense, Cádiz, aunque visto con los ojos de hoy talmente parece que era lo más acertado. Cuando hoy las vemos con todas las comunicaciones convergentes en ellas, la concentración de la industria, la de los Centros Oficiales de Enseñanza, la de Asistencia Sanitaria, etc. etc., éstas trajeron la acumulación de habitantes en la búsqueda del bienestar y de la riqueza actual. No me parece, por todo ello, que haya sido en principio por cuestiones estratégicas de economía o del beneficio del mayor número de habitantes, sino de otras conveniencias ajenas a la colectividad e la población.
En todo caso, conviene estar preparado para afrontar el tema. Sólo así se podrá hacer fuerza para lo que más nos convenga.
... Y EL TEMA.
Tiene para mí cierta singularidad la festividad de Nuestra Señora de la Asunción, coloquialmente conocida como fiesta de la Virgen de Agosto, que una vez más se conmemorará el ya inmediato 15 del actual (y al siguiente, 16, San Roque), no ya sólo en Cantalpino, pueblo de al lado a tan sólo una legua más bien corta, en el que se celebra con toda solemnidad, sino también en infinidad de pueblos de toda España. Tan significada fecha suponía un hito no pequeño en nuestro pueblo, años ha, porque significaba la interrupción de las labores de la recolección agrícola de entonces, ya que, además de festividad de precepto, era día de suspensión absoluta de toda clase de labores relacionadas con las faenas del campo como en aquella época lo eran la siega, la trilla y todas las demás, cuya razón no era otra que las exigencias derivadas de posibles tormentas normalmente devastadoras de la cosechas no recogidas.
En nuestra Poveda de entonces existe ingrato recuerdo de la devastadora tormenta ocurrida allá por los años 55-56, a partir de la cual, se me antoja que aquel desastre fue el comienzo del declive de nuestro pueblo pues, de 780 habitantes de aquélla, hoy no llegan ni a los 300. La gente no emigra por capricho.
Saludos veraniegos a mia paisanos.
Tiene para mí cierta singularidad la festividad de Nuestra Señora de la Asunción, coloquialmente conocida como fiesta de la Virgen de Agosto, que una vez más se conmemorará el ya inmediato 15 del actual (y al siguiente, 16, San Roque), no ya sólo en Cantalpino, pueblo de al lado a tan sólo una legua más bien corta, en el que se celebra con toda solemnidad, sino también en infinidad de pueblos de toda España. Tan significada fecha suponía un hito no pequeño en nuestro pueblo, años ha, porque significaba la interrupción de las labores de la recolección agrícola de entonces, ya que, además de festividad de precepto, era día de suspensión absoluta de toda clase de labores relacionadas con las faenas del campo como en aquella época lo eran la siega, la trilla y todas las demás, cuya razón no era otra que las exigencias derivadas de posibles tormentas normalmente devastadoras de la cosechas no recogidas.
En nuestra Poveda de entonces existe ingrato recuerdo de la devastadora tormenta ocurrida allá por los años 55-56, a partir de la cual, se me antoja que aquel desastre fue el comienzo del declive de nuestro pueblo pues, de 780 habitantes de aquélla, hoy no llegan ni a los 300. La gente no emigra por capricho.
Saludos veraniegos a mia paisanos.
REFLEXIONES DE UN AMANECER.
La canícula pertinaz y veraniega
dulce sensación de olas de mar,
es abulia propia de adormideras
y desahucio de esa gran verdad,
como la de que ya no existen eras.
A todos bien nos valiera,
si sólo lo malo se hereda,
y ésta es cruda realidad,
la del que espera, desespera,
pero a veces, bien vale esperar.
Los sueños de posibles "manás"
sólución soñada y vieja idea,
nunca solucionarán a Poveda,
la tristeza y el... ¡maldita sea!,.
sólo nos vale más trabajar.
Saludos povedanos para que disculpeis estos "ripios"
La canícula pertinaz y veraniega
dulce sensación de olas de mar,
es abulia propia de adormideras
y desahucio de esa gran verdad,
como la de que ya no existen eras.
A todos bien nos valiera,
si sólo lo malo se hereda,
y ésta es cruda realidad,
la del que espera, desespera,
pero a veces, bien vale esperar.
Los sueños de posibles "manás"
sólución soñada y vieja idea,
nunca solucionarán a Poveda,
la tristeza y el... ¡maldita sea!,.
sólo nos vale más trabajar.
Saludos povedanos para que disculpeis estos "ripios"
¡... SÓLO NOS VALE MÁS TRABAJAR!
Así finalizaba yo, ayer, el ripio de turno cantando la desaparición de las eras, fenómeno tan propio en otros tiempos en la época del verano. En todo caso, es evidente que de cualquier tema que nos ocupemos de entre los que hemos de abordar para logar objetivos y mejoras que la realidad de cada día nos exige, sólo anteponiendo capacidad de iniciativa y puesta en práctica de la misma, de carácter intelectual y material a la vez, podemos abrigar esperanzas de conseguir resultados, lo que irremediablemente lleva aparejado la principal de todas las virtudes: espíritu de superación.
Comentábamos igualmente estos días la fiesta local povedana del turista y, al parecer según distintas versiones de los que las han vivido "in situ", no han sido todo lo brillantes que cabría esperar, sin duda, según entiendo, porque los autores de semejante versión la comparan con las de años anteriores, o con las equivalentes de pueblos limítrofes. En mi opinión, tras leer el programa anunciativo de las mismas, se me antojan apropiadas a las posibilidades presupuestarias del Ayuntamiento, y acertadas en cuanto a su contenido. Únicamente me ha parecido desacertada la decisión de colocar el programa en la página de los mensajes, apartado "fotos", en lugar de en la página web, lo que sin duda ha dado lugar a que haya pasado desapercibido para la mayor parte de la gente que tenía interés en conocerlo.
Pero pronto llega la de Ntra. Señora la Virgen del Rosario, primer domingo de octubre, en la cual suponemos que habrá que echarle ingenio para conseguir mejores éxitos que nunca sabiendo gestionar el presupuesto con maestría.
Saludos a la Povedanía.
Así finalizaba yo, ayer, el ripio de turno cantando la desaparición de las eras, fenómeno tan propio en otros tiempos en la época del verano. En todo caso, es evidente que de cualquier tema que nos ocupemos de entre los que hemos de abordar para logar objetivos y mejoras que la realidad de cada día nos exige, sólo anteponiendo capacidad de iniciativa y puesta en práctica de la misma, de carácter intelectual y material a la vez, podemos abrigar esperanzas de conseguir resultados, lo que irremediablemente lleva aparejado la principal de todas las virtudes: espíritu de superación.
Comentábamos igualmente estos días la fiesta local povedana del turista y, al parecer según distintas versiones de los que las han vivido "in situ", no han sido todo lo brillantes que cabría esperar, sin duda, según entiendo, porque los autores de semejante versión la comparan con las de años anteriores, o con las equivalentes de pueblos limítrofes. En mi opinión, tras leer el programa anunciativo de las mismas, se me antojan apropiadas a las posibilidades presupuestarias del Ayuntamiento, y acertadas en cuanto a su contenido. Únicamente me ha parecido desacertada la decisión de colocar el programa en la página de los mensajes, apartado "fotos", en lugar de en la página web, lo que sin duda ha dado lugar a que haya pasado desapercibido para la mayor parte de la gente que tenía interés en conocerlo.
Pero pronto llega la de Ntra. Señora la Virgen del Rosario, primer domingo de octubre, en la cual suponemos que habrá que echarle ingenio para conseguir mejores éxitos que nunca sabiendo gestionar el presupuesto con maestría.
Saludos a la Povedanía.
Efectivamente, sólo nos vale más trabajar.
A propósito de ello, nos preguntamos si a la vista de la situación actual en los distintos órdenes que al Ayuntamiento afectan y a los vecinos también, de lo que se prevé para un futuro inmediato en relación con la reorganización municipal en términos generales, si en el nuestro, dadas las circunstancias, se tiene previsto alguna medida que no le coja de sorpresa y al propio tiempo permita mejorar el status actual, o al menos que no le perjudique en materia de servicios que afecten a la totalidad de los ciudadanos que lo integran.
Decíamos ayer en otro lugar que la progresión alcanzada en general respecto de la mejora de los servicios comunes en nuestro pueblo (en viviendas, en comunicaciones, en sanidad e higiene en general derivada de un buen servicio de agua potable, de alcantarillado, etc. etc.), afectando positivamente a cada vecino en particular y al conjunto de los mismos en general, probablemente la paulatina despoblación reduciendo ésta a menos de un tercio de la que hubo en su día, fruto en no poca medida, a nuestro entender, de la falta de lo más elemental para una vida digna, no se hubiera producido.
Si casi nada de lo más elemental para el confort de la convivencia en cualquier pequeño pueblo de la zona rural, según el baremo que hoy cabría aplicar tomándolo del de la gran ciudad, y por supuesto, disponiéndose por el contrario de otras mejoras que la aglomeración de habitantes lo impide, ¿por qué, pese a ello, sigue disminuyendo la población en los pequeños pueblos como el nuestro?.
Más bien parece cosa de las modas actuales, irse a vivir a la ciudad, o sea, como en la letrilla de lo del tractor amarillo, "que es lo que se lleva ahora".
A propósito de ello, nos preguntamos si a la vista de la situación actual en los distintos órdenes que al Ayuntamiento afectan y a los vecinos también, de lo que se prevé para un futuro inmediato en relación con la reorganización municipal en términos generales, si en el nuestro, dadas las circunstancias, se tiene previsto alguna medida que no le coja de sorpresa y al propio tiempo permita mejorar el status actual, o al menos que no le perjudique en materia de servicios que afecten a la totalidad de los ciudadanos que lo integran.
Decíamos ayer en otro lugar que la progresión alcanzada en general respecto de la mejora de los servicios comunes en nuestro pueblo (en viviendas, en comunicaciones, en sanidad e higiene en general derivada de un buen servicio de agua potable, de alcantarillado, etc. etc.), afectando positivamente a cada vecino en particular y al conjunto de los mismos en general, probablemente la paulatina despoblación reduciendo ésta a menos de un tercio de la que hubo en su día, fruto en no poca medida, a nuestro entender, de la falta de lo más elemental para una vida digna, no se hubiera producido.
Si casi nada de lo más elemental para el confort de la convivencia en cualquier pequeño pueblo de la zona rural, según el baremo que hoy cabría aplicar tomándolo del de la gran ciudad, y por supuesto, disponiéndose por el contrario de otras mejoras que la aglomeración de habitantes lo impide, ¿por qué, pese a ello, sigue disminuyendo la población en los pequeños pueblos como el nuestro?.
Más bien parece cosa de las modas actuales, irse a vivir a la ciudad, o sea, como en la letrilla de lo del tractor amarillo, "que es lo que se lleva ahora".