Lamentablemente, no me resisto a pesar del tiempo transcurrido.
Entre los numerosos mensajes que en esta página han aparecido en el transcurso de los últimos días, en uno de ellos se asocia a mi persona una bajeza harto desagradable; bajeza que, según el autor de la misma, me ha servido para conseguir la distinción honorífica que me honra y que a continuación se detalla, otorgada por Real Decreto Ley de 5 de enero de 1982.
El Ministerio de Asuntos Exteriores, Cancillería de las Órdenes, en escrito de fecha cinco de enero de 1982, dirigido a mi persona, autorizado con el sello de la Casa Real, el del Ministerio antedicho y la firma del Jefe de esta Dependencia, me comunica lo siguiente:
"Su Majestad el Rey (que Dios guarde), Gran Maestre de la Orden del Mérito Civil, en atención a las circunstancias que en V. S. concurren y oído el Consejo de la Orden, ha tenido a bien otorgarle LE ENCOMIENDA DE LA ORDEN DEL MÉRITO CIVIL".
"Me complazco en comunicar a Vuestra Señoría, en Su nombre, la concesión de dicha Gracia por medio de la presente Credencial, para su conocimiento y satisfacción, y al mismo tiempo encargo a la Cancillería que instruya a V. S. de los requisitos que debe llenar, a fin de poder formalizar el oportuno nombramiento y expediente el Título que le dará derecho al disfrute de los honores, distinciones y uso de las Insignias que le correspondan. Dios guarde a V. S. muchos años. Madrid, cinco de enero de 1982."
En la Prensa provincial de León, en "La Hora Leonesa" del día 1º de abril de 1982 (y asimismo también "El Faro Astorgano", prensa local) a tres columnas y con el título "Imposición de la Encomienda de la Orden del Mérito Civil a Fermín Zapatero García", seguido de lo siguiente; "Presidió el acto el Ministro de Sanidad y Consumo Don Manuel Núñez Pérez", y se añade lo siguiente:
"El pasado sábado tuvo lugar a las 2 de la tarde en el Hotel "Gaudí", un almuerzo-homenaje a D. Fermín Zapatero García, jefe de la Oficina Técnica de Comunicaciones de Astorga, con motivo de la imposición de la Encomienda de la Orden del Mérito Civil, que le ha sido concedida recientemente por Su Majestad el Rey Don Juan Carlos. El acto fue presidido por el Minsitro de Sanidad y Consumo D. Manuel Núñez Pérez (desde 2004, Presidente del Tribunal de Cuentas del Reino), el Director General de Correos y Telecomunicación D. Miguel-Ángel Eced Sánchez, el Inspector General D. Manuel Tomás Espinosa, el Gobernador Civil Don Ángel García del Vello."
"Se encontraban también presentes el Presidente de la Excma. Diputación de León, D. Julio-César Rodrigo de Santiago, el Director Provincial de Eduación y Ciencia D. Ángel de Paz Fernández, el Alcalde de Astorga Don Luis González Pérez, el Coronel del Regimiento, Don Luis Pontijas de Diego, así como parlamentarios y diputados provinciales, así como también numerosos compañeros y público en general que rebasaba el número de trescientas personas." Y añade:
"El acto fue presentado por Mateo Benavides, Redactor-Jefe del "El Faro Astorgano". Seguidamente, el Alcalde de Poveda de las Cintas, ciudad de nacimiento del condecorado, D. Ángel del Hierro Rodríguez, que encabezaba una representación del pueblo, mostró su satisfacción por el homenaje a este ilustre paisano".
Como quiera que a pesar de haber tenido este acto toda la publicidad que se indica y que a su vez honra a mi pueblo y al que suscribe, todavía se pone en duda tal hecho embadurnándolo de indecencia por algunos, razón por la que me he considerado obligado a denunciarlo aquí en virtud habida cuenta que también salpica de alguna manera a todas las personalidades que me honraron en aquella fecha con su presencia, y particularmente la del Alcalde de mi propio pueblo y el entonces Juez de Paz, D. Gaudencio López Terradilos (q. e. p. d), quien también estuvo presente. Copia de los documentos oficiales en que se refleja el hecho y las crónicas de las prensa donde se recoge el mismo, tengo previsto remitirlo al Ayuntamiento de Poveda de las Cintas para la debida constancia documental del mismo.
Entre los numerosos mensajes que en esta página han aparecido en el transcurso de los últimos días, en uno de ellos se asocia a mi persona una bajeza harto desagradable; bajeza que, según el autor de la misma, me ha servido para conseguir la distinción honorífica que me honra y que a continuación se detalla, otorgada por Real Decreto Ley de 5 de enero de 1982.
El Ministerio de Asuntos Exteriores, Cancillería de las Órdenes, en escrito de fecha cinco de enero de 1982, dirigido a mi persona, autorizado con el sello de la Casa Real, el del Ministerio antedicho y la firma del Jefe de esta Dependencia, me comunica lo siguiente:
"Su Majestad el Rey (que Dios guarde), Gran Maestre de la Orden del Mérito Civil, en atención a las circunstancias que en V. S. concurren y oído el Consejo de la Orden, ha tenido a bien otorgarle LE ENCOMIENDA DE LA ORDEN DEL MÉRITO CIVIL".
"Me complazco en comunicar a Vuestra Señoría, en Su nombre, la concesión de dicha Gracia por medio de la presente Credencial, para su conocimiento y satisfacción, y al mismo tiempo encargo a la Cancillería que instruya a V. S. de los requisitos que debe llenar, a fin de poder formalizar el oportuno nombramiento y expediente el Título que le dará derecho al disfrute de los honores, distinciones y uso de las Insignias que le correspondan. Dios guarde a V. S. muchos años. Madrid, cinco de enero de 1982."
En la Prensa provincial de León, en "La Hora Leonesa" del día 1º de abril de 1982 (y asimismo también "El Faro Astorgano", prensa local) a tres columnas y con el título "Imposición de la Encomienda de la Orden del Mérito Civil a Fermín Zapatero García", seguido de lo siguiente; "Presidió el acto el Ministro de Sanidad y Consumo Don Manuel Núñez Pérez", y se añade lo siguiente:
"El pasado sábado tuvo lugar a las 2 de la tarde en el Hotel "Gaudí", un almuerzo-homenaje a D. Fermín Zapatero García, jefe de la Oficina Técnica de Comunicaciones de Astorga, con motivo de la imposición de la Encomienda de la Orden del Mérito Civil, que le ha sido concedida recientemente por Su Majestad el Rey Don Juan Carlos. El acto fue presidido por el Minsitro de Sanidad y Consumo D. Manuel Núñez Pérez (desde 2004, Presidente del Tribunal de Cuentas del Reino), el Director General de Correos y Telecomunicación D. Miguel-Ángel Eced Sánchez, el Inspector General D. Manuel Tomás Espinosa, el Gobernador Civil Don Ángel García del Vello."
"Se encontraban también presentes el Presidente de la Excma. Diputación de León, D. Julio-César Rodrigo de Santiago, el Director Provincial de Eduación y Ciencia D. Ángel de Paz Fernández, el Alcalde de Astorga Don Luis González Pérez, el Coronel del Regimiento, Don Luis Pontijas de Diego, así como parlamentarios y diputados provinciales, así como también numerosos compañeros y público en general que rebasaba el número de trescientas personas." Y añade:
"El acto fue presentado por Mateo Benavides, Redactor-Jefe del "El Faro Astorgano". Seguidamente, el Alcalde de Poveda de las Cintas, ciudad de nacimiento del condecorado, D. Ángel del Hierro Rodríguez, que encabezaba una representación del pueblo, mostró su satisfacción por el homenaje a este ilustre paisano".
Como quiera que a pesar de haber tenido este acto toda la publicidad que se indica y que a su vez honra a mi pueblo y al que suscribe, todavía se pone en duda tal hecho embadurnándolo de indecencia por algunos, razón por la que me he considerado obligado a denunciarlo aquí en virtud habida cuenta que también salpica de alguna manera a todas las personalidades que me honraron en aquella fecha con su presencia, y particularmente la del Alcalde de mi propio pueblo y el entonces Juez de Paz, D. Gaudencio López Terradilos (q. e. p. d), quien también estuvo presente. Copia de los documentos oficiales en que se refleja el hecho y las crónicas de las prensa donde se recoge el mismo, tengo previsto remitirlo al Ayuntamiento de Poveda de las Cintas para la debida constancia documental del mismo.
Decires povedanos: Me tienes aido,... sandios, me tienes aido. (Eugenio Velázquez, "Geño, o Geño el de Paca ", povedano de pro)
Señor EFE: (¡hum, hum!, mal asunto si de nuevo nos llamamos de usted)
Verá usted señor: a mi me importa poco o nada el que usted haya decidido contarnos sus muchos méritos y virtudes para encontrarse encaramado en el pedestal que cree estar subido, usted cuente lo que quiera, está en su derecho. No obstante, me gustaría, y donde digo me gustaría podría decir si quisiera exijo, que se abstenga de incluir en sus escritos comentarios tal que: "... en uno de ellos se asocia a mi persona una bajeza harto desagradable; bajeza que, según el autor de la misma... " o "... todavía se pone en duda tal hecho embadurnándolo de indecencia por algunos...", expresiones, que puedan inducir a los lectores de sus mensajes a suponer que realmente ha sido usted objeto de un inconfesable ultraje. Y si está usted convencido de haber sido victima de un agravio, presente las pruebas, LO QUE LE HA SIDO DICHO, NO LO QUE USTED ENTIENDA. ¿O tiene usted también dificultades para leer e interpretar lo escrito?
"A DIOS LO QUE ES DE DIOS Y AL CÉSAR LO QUE ES DEL CÉSAR
Entiendo tu mensaje como una invitación, provocación quizá si así quieres llamarlo, a que manifieste mi opinión en este espacio sobre el caso Don José Carabias de Santana: Excmo. Sr., divulgador científico, escritor, investigador, empresario y médico de renombre. Y pronto a cumplir tus deseos por puro afán de satisfacer toda pretensión de los amigos, así procedo.
Yo apenas entiendo de títulos, honores y distinciones, pero, si una veintena de autores citan a Don José Carabias de Santana como Excelentísimo Señor, lo doy por hecho que así fuera y como tal le cito. Y no es que tenga mucha simpatía o fe en estas cuestiones que considero de una hipocresía superlativa: Sé de sobra que son los burros los que tiran del carro y los carreteros los que reciben las propinas.
Lo que no entiendo amigo EFE es tu asombro, admiración y sorpresa al descubrir la pasada existencia de una persona portadora del título de Excelentísimo y dudes de modo tan rotundo de los méritos de Don José para merecerlo, preguntandote si todos los méritos de Don José radicarían en curar los atributos al General Espartero. Quizá sea norma generalizada y deba entender por tus palabras que a ti te dieron el título ¿no eres también Excelentísimo? por enderezar las puntas dobladas de los sobre y estimular la entrepierna del general de turno, por lo mismo le dieron a Sofía haca solamente unos días el de "Cartera Honoraria".
Y si atiendo la petición de D. Antonio García-Galán y Pérez y busco la relación de sus antepasados, no lo hago por ser éste un descendiente del excepcional y de referencia obligada Égica o Egica como le nombran los historiadores, que no lo haría, lo hago por caerme bien Antonio, por su humor y coraje al participar a sus 88 años (casi 89) en este medio donde la inmensa mayoría de los más jóvenes no hallan el valor para participar.
En estos momentos de la historia, mi única aspiración es la de que con este torpe mensaje pueda satisfacer yo tus deseos y que pases un buen día.
Saludos cordiales.
Adrián "
Usted escriba lo que quiera señor EFE, aunque a mi me parezca patético el victimismo con el que inicia sus mensajes para contarnos su obra y milagros: "Lamentablemente, no me resisto a pesar del tiempo transcurrido", "Me duele en el alma pero no tengo otra opción", usted ni lamenta ni le duele nada señor, al contrario, se alegra y mucho de que aprovechado que el Pisuerga pasa por Valladolid tenga usted ocasión de contarnos sus méritos y grandeza. Es usted tan sumamente vanidoso, que más que temor a herirle con mis palabras, por cortesía, no por otra cosa, tengo verdadero pánico de que pueda usted causarse una lesión o cualquier otro mal irreversible en sus saltos de júbilo por encima de la mesa al grito de: ¡POR FIN, POR FIN SE SABE LO QUE FUI!
Verá Don EFE: cuando me cabrean, me cabrean en la misma intensidad los amigos que los enemigos, con la diferencia de que con los amigos suelo disculparme si considero ofensivas mis palabras, aunque con usted lo haya hecho más por complacerle que por sentirme ofensor, tenga en cuenta este detalle y no le ponga tanto empeño en perder uno de los últimos aliados que le quedan, en este foro, en el pueblo que le vio nacer, que diría nuestro buen amigo JOM, y seguramente en España entera. No me provoque, cuide sus expresiones y no me obligue a contestar a sus escritos y entablar una guerra de mensajes de la que será usted sin remedio el que más pierda. Tenga presente que ya no responderé más a sus ataques con mensajes disuasorios como he hecho en las dos últimas ocasiones para contestar a sus mensajes "épicos".
Otra de mis exigencias sería señor EFE, (extensible a cualquier otra persona de este foro): ni uno más, ni un solo mensaje más despectivo contra la persona que nada le ha hecho, salvo darle a usted una magistral clase de humildad. De ahí proviene mi desmedida pasión por ese hombre y su preocupante cascada de sentimientos que desgrana como lamentos en este foro, cuando, con motivos más que suficientes para decirle a usted en tono airado: primero se entera usted y después habla, le dijo "Conforme con su amplia información, si bien le informo que..." por respuesta.
Están obsoletos y terriblemente anticuados las reverencias y los gorrazos de veneración y respeto a los de la elite y los del asa, ahora es la humildad, la sencillez, la modestia, la torpeza a veces, la humanidad en definitiva de las personas lo que seduce y atrae, más que placas y medallas. Muestrenos señor EFE su otra cara, la humana, la divina no nos interesa.
Le recomiendo que se serene de cara a las próximas fiestas y disfrute de estos días, fiestas para las que le deseo toda clase de venturas y bienestar.
Adrián
Señor EFE: (¡hum, hum!, mal asunto si de nuevo nos llamamos de usted)
Verá usted señor: a mi me importa poco o nada el que usted haya decidido contarnos sus muchos méritos y virtudes para encontrarse encaramado en el pedestal que cree estar subido, usted cuente lo que quiera, está en su derecho. No obstante, me gustaría, y donde digo me gustaría podría decir si quisiera exijo, que se abstenga de incluir en sus escritos comentarios tal que: "... en uno de ellos se asocia a mi persona una bajeza harto desagradable; bajeza que, según el autor de la misma... " o "... todavía se pone en duda tal hecho embadurnándolo de indecencia por algunos...", expresiones, que puedan inducir a los lectores de sus mensajes a suponer que realmente ha sido usted objeto de un inconfesable ultraje. Y si está usted convencido de haber sido victima de un agravio, presente las pruebas, LO QUE LE HA SIDO DICHO, NO LO QUE USTED ENTIENDA. ¿O tiene usted también dificultades para leer e interpretar lo escrito?
"A DIOS LO QUE ES DE DIOS Y AL CÉSAR LO QUE ES DEL CÉSAR
Entiendo tu mensaje como una invitación, provocación quizá si así quieres llamarlo, a que manifieste mi opinión en este espacio sobre el caso Don José Carabias de Santana: Excmo. Sr., divulgador científico, escritor, investigador, empresario y médico de renombre. Y pronto a cumplir tus deseos por puro afán de satisfacer toda pretensión de los amigos, así procedo.
Yo apenas entiendo de títulos, honores y distinciones, pero, si una veintena de autores citan a Don José Carabias de Santana como Excelentísimo Señor, lo doy por hecho que así fuera y como tal le cito. Y no es que tenga mucha simpatía o fe en estas cuestiones que considero de una hipocresía superlativa: Sé de sobra que son los burros los que tiran del carro y los carreteros los que reciben las propinas.
Lo que no entiendo amigo EFE es tu asombro, admiración y sorpresa al descubrir la pasada existencia de una persona portadora del título de Excelentísimo y dudes de modo tan rotundo de los méritos de Don José para merecerlo, preguntandote si todos los méritos de Don José radicarían en curar los atributos al General Espartero. Quizá sea norma generalizada y deba entender por tus palabras que a ti te dieron el título ¿no eres también Excelentísimo? por enderezar las puntas dobladas de los sobre y estimular la entrepierna del general de turno, por lo mismo le dieron a Sofía haca solamente unos días el de "Cartera Honoraria".
Y si atiendo la petición de D. Antonio García-Galán y Pérez y busco la relación de sus antepasados, no lo hago por ser éste un descendiente del excepcional y de referencia obligada Égica o Egica como le nombran los historiadores, que no lo haría, lo hago por caerme bien Antonio, por su humor y coraje al participar a sus 88 años (casi 89) en este medio donde la inmensa mayoría de los más jóvenes no hallan el valor para participar.
En estos momentos de la historia, mi única aspiración es la de que con este torpe mensaje pueda satisfacer yo tus deseos y que pases un buen día.
Saludos cordiales.
Adrián "
Usted escriba lo que quiera señor EFE, aunque a mi me parezca patético el victimismo con el que inicia sus mensajes para contarnos su obra y milagros: "Lamentablemente, no me resisto a pesar del tiempo transcurrido", "Me duele en el alma pero no tengo otra opción", usted ni lamenta ni le duele nada señor, al contrario, se alegra y mucho de que aprovechado que el Pisuerga pasa por Valladolid tenga usted ocasión de contarnos sus méritos y grandeza. Es usted tan sumamente vanidoso, que más que temor a herirle con mis palabras, por cortesía, no por otra cosa, tengo verdadero pánico de que pueda usted causarse una lesión o cualquier otro mal irreversible en sus saltos de júbilo por encima de la mesa al grito de: ¡POR FIN, POR FIN SE SABE LO QUE FUI!
Verá Don EFE: cuando me cabrean, me cabrean en la misma intensidad los amigos que los enemigos, con la diferencia de que con los amigos suelo disculparme si considero ofensivas mis palabras, aunque con usted lo haya hecho más por complacerle que por sentirme ofensor, tenga en cuenta este detalle y no le ponga tanto empeño en perder uno de los últimos aliados que le quedan, en este foro, en el pueblo que le vio nacer, que diría nuestro buen amigo JOM, y seguramente en España entera. No me provoque, cuide sus expresiones y no me obligue a contestar a sus escritos y entablar una guerra de mensajes de la que será usted sin remedio el que más pierda. Tenga presente que ya no responderé más a sus ataques con mensajes disuasorios como he hecho en las dos últimas ocasiones para contestar a sus mensajes "épicos".
Otra de mis exigencias sería señor EFE, (extensible a cualquier otra persona de este foro): ni uno más, ni un solo mensaje más despectivo contra la persona que nada le ha hecho, salvo darle a usted una magistral clase de humildad. De ahí proviene mi desmedida pasión por ese hombre y su preocupante cascada de sentimientos que desgrana como lamentos en este foro, cuando, con motivos más que suficientes para decirle a usted en tono airado: primero se entera usted y después habla, le dijo "Conforme con su amplia información, si bien le informo que..." por respuesta.
Están obsoletos y terriblemente anticuados las reverencias y los gorrazos de veneración y respeto a los de la elite y los del asa, ahora es la humildad, la sencillez, la modestia, la torpeza a veces, la humanidad en definitiva de las personas lo que seduce y atrae, más que placas y medallas. Muestrenos señor EFE su otra cara, la humana, la divina no nos interesa.
Le recomiendo que se serene de cara a las próximas fiestas y disfrute de estos días, fiestas para las que le deseo toda clase de venturas y bienestar.
Adrián