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POVEDA DE LAS CINTAS: ... A LA QUE DEBEMOS SER FIEL....

... A LA QUE DEBEMOS SER FIEL.

El pasado día uno de febrero actual, el benedictino Fray Gardel de Povedania (sin acento), se despachó ceremonioso cuidando su repertorio habitual, en este caso acorde con lo que pretendía, es decir, recitando y matizando la palabra acorde con el Evangelio a los vecinos/as de su pueblo, circunstancia ésta que al parecer se correspondía con la víspera de la Fiesta de las Candelas, fecha de tradición memorable además de ser Fiesta Grande en el vecino pueblo de Palacios Rubios, lo que, inmediatamente de comenzar a escucharla, quiero decir, a leerla, raudo encendí una vela que fuera la luz divina que me ayudara a mejor comprender el contenido de la sabia palabra de Fray Gardel, destinada a complementar la magnitud del acto; y asimismo, para estar en concordancia con el benemérito significado franciscano del "gardelismo" tan traído y llevado durante los últimos meses, y no sin razón, pues ha llegado hasta la mismísima época de los Reyes Godos de hace 17 siglos con su indiscutible eficacia rastreadora.

Por otra parte, yo estaba aún más obligado que otros a semejante fervor Candelaria y a la observación meticulosa de las demás diligencias que derivan de dicha palabra por cuanto, teniendo presente en aquellos momentos que Fray Gardel de Povedania (sin acento) en la actualidad es la luz divina de Poveda de las Cintas que alumbra este lugar, y con su esplendor esplendor, también a nuestro pequeño pueblo, como nacido y bautizado en él me considero el primer obligado a escuchar su palabra con todo respeto y practicar cuanto de ella se desprende.

No obstante, yo tendría que pedir antes de entrar aquí, ademas de con gesto genuflexo, el correspondiente permiso de Fray Gardel para no mancillar este santo lugar de su propiedad, por cuanto, en la para mí triste fecha de 26 noviembre del pasado año 2013, a la hora de las 20,04, solemnemente Fray Gardel dejó escrito, refiriéndose a mi humilde persona, la siguiente frase:

"ASí que... NO AVERGÜENCE A LA COMUNIDAD A LA QUE PERTENECE CON SUS ESCÁNDALOS DE LUNÁTICO...". Y añadía: "este gesto mío, inspirado seguramente en la ancestral y universal costumbre, aceptada y llevada a la práctica en las sociedades más primitivas, de consideración, deferencia y cortesía hacia las personas que nos hace a los humanos diferente del resto de los animales..." Toma ya frase fina y aterciopelada para que tomen nota los pardillos como yo, título que también me ha endigado en propiedad el infrascrito.

Tuve que exclamar, indignado en aquel momento, la frase "LE ZUMBA EL MANGO", es decir, algo así como quien quiere decir, esto si que es grande e importante y hay que manejarlo con destreza porque tanto se presta a gustos como a disgustos. La frase en cuestión, de origen gallego ajena y por supuesto, al margen Diccionario de la Lengua, me pareció tan expresiva que, la primer vez que la oí hace más de 30 años, se me quedó graba en la mente y a continuación importada por "alguien" y después, como ilustres "copiones", utilizada a este mismo lugar, cuestión que, dicho sea con humor, nos honra y nos hace sonreir. Y como quiera que son docenas las de otro tipo muy distinto que me han sido dedicadas en este mismo lugar, todas las cuales las guardo con "mucho afecto", vamos tener "tela" de largo para ocuparnos de las mismas y de su contenido. Al tiempo. En suma, que el Foro de Poveda de las Cintas, que es más bien un faro que un foro, pese a todo, aún sigue vivo.

Saludos de madrugada y con buen humor para la povedanía (esta vez con acento).
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
En febrero de 2014 se cumplen 100 años de la creación por parte del actor Charles Chaplin del legendario Charlot. Humorista, compositor y escritor Charles Chaplin, aparte de sus valiosas películas: Tiempos Modernos, Candilejas, El gran Dictador, La quimera del oro, Músico Ambulante, etc. nos dejo para la historia frases tal como "Todos somos aficionados. La vida es tan corta que no da para más."
Lejos de producir en mí el efecto y la intencionalidad de ofensa que persiguen tus constantes rectificaciones: ... (ver texto completo)