CHARNEGOS Y MAQUETOS.
Con semejante apelativo, "charnegos" y "maquetos", se ha venido designando despectivamente a los trabajadores que desde cualquier lugar de España hubieron de desplazarse a partir de los años cuarenta y siguientes y a lo largo de todo el siglo XX posterior, en la mayor parte de los casos acompañados de sus familias por obvias razones de necesidades ineludibles de carácter económico y social, a las hoy denominadas Comunidades Autónomas de Cataluña y País Vasco, o Euskadi, como prefieran, denominación que lleva aparejada toda una carga peyorativa de menosprecio y desconsideración, precisamente hacia las personas que con toda probabilidad habrán contribuido con su honrosa y sacrificada aportación laboral a que ambas Comunidades mejoraren su ya superior nivel de vida anterior en relación con la de las demás Comunidades Autónomas. Casualmente, y atendiendo al dicho que en la primera de ellas, es decir, en la Catalana, de unos años a esta parte se ha venido divulgando y fomentando con la expresión no menos degradante para los demás españoles, cual es la de que "España nos roba", se ha pretendido indignamente justificar a través de esta última proclama su pretensión de independizarse sin importarles saltarse todas las leyes que lo impiden, y sobre todo, la más importante del Ordenamiento Jurídico español: la Constitución. Las noticias de los últimos días así lo han puesto de manifiesto. Por todo ello, confiemos en que el "1-O", se convierta, parodiando al fútbol, en el el 1-0 a favor de España. Amén.
Con semejante apelativo, "charnegos" y "maquetos", se ha venido designando despectivamente a los trabajadores que desde cualquier lugar de España hubieron de desplazarse a partir de los años cuarenta y siguientes y a lo largo de todo el siglo XX posterior, en la mayor parte de los casos acompañados de sus familias por obvias razones de necesidades ineludibles de carácter económico y social, a las hoy denominadas Comunidades Autónomas de Cataluña y País Vasco, o Euskadi, como prefieran, denominación que lleva aparejada toda una carga peyorativa de menosprecio y desconsideración, precisamente hacia las personas que con toda probabilidad habrán contribuido con su honrosa y sacrificada aportación laboral a que ambas Comunidades mejoraren su ya superior nivel de vida anterior en relación con la de las demás Comunidades Autónomas. Casualmente, y atendiendo al dicho que en la primera de ellas, es decir, en la Catalana, de unos años a esta parte se ha venido divulgando y fomentando con la expresión no menos degradante para los demás españoles, cual es la de que "España nos roba", se ha pretendido indignamente justificar a través de esta última proclama su pretensión de independizarse sin importarles saltarse todas las leyes que lo impiden, y sobre todo, la más importante del Ordenamiento Jurídico español: la Constitución. Las noticias de los últimos días así lo han puesto de manifiesto. Por todo ello, confiemos en que el "1-O", se convierta, parodiando al fútbol, en el el 1-0 a favor de España. Amén.