Pues si amigos; Es el autèntico y famoso y tantas veces recordado en èste foro el arbol de las navajas. Con toda seguridad el sìnbolo por autonomàsia del pueblo. Ademàs puedo asegurar que se trataba de un roble, pues recuerdo haber cogido bellotas del suelo, eso si podridas. Por otra parte tiene razòn manza, las tres chicas de la foto son vistas de frente y de deracha a izquierda, Conchita, Pili y la màs joven (que no recuerdo su nombre,) y el chico que està en coclillas es su hermano Anselmo. Eran los cuatro hijos de Don Anselmo y Doña pilar. Nada puedo decir de los niños que completan la foto, no tengo ni idèa. Pero si de esa pòse exhivicionista del can luciendo sus atributos perrunos? "Un poco de por favòr..." Hasta aqui, con una chispita de humòr, que buena falta nos hace. Aqui un forero fièl: Lupi
EL OTRO ÁRBOL DE LAS NAVAJAS, AMIGO LUPI.
Me refiero al que resulta distinto del tan celebrado y cacareado en nuestro pueblo situado al lado de la Iglesia Parroquial, vilmente designado como propio de, nada menos, producir semejantes armas de filo navajero. No obstante y como todos bien sabemos, es a la vez tan inocente como alegremente risueño e inofensivo, aunque cantado y cacareado en virtud de las elucubraciones infantiles y festivas propias de la imaginación de tales santos inocentes, en realidad no son más que elucubración literaria propia de niños, fruto de lo que, a alguien, en su día, se le ocurrió bautizarlo y encauzarlo con la tétrica fábula que se le ocurrió.
Pero me refiero al otro, es decir, al de las navajas sin hojas ni filo, es decir, en sentido figurado navajas sibilinas y peligrosas a nivel nacional, mucho más serias y que podríamos describirlas como el resultado que, cada mañana leemos en los periódicos informándonos y advirtiéndonos de auténticos "navajazos", aunque literarios o vía de rumor, pero de los de verdad, ciertamente sin sangre ni lágrimas, aparecidos cada día en las crónicas que describen determinados hechos o acontecimientos que, aún en sentido figurado, resultan de efectos desagradables, incluso demoledores, tenebrosos o dañino que cabe deducir de su contenido y/o situaciones derivadas de acontecimientos y miserias harto conocidas, tan doloridas como desagradables, ciertamente no confirmadas en algunos casos, pero con indicios de serlo, nada halagüeñas por lo general, pero no para los que las generan que de ellas sacan sus frutos derivados de ese otro árbol de la realidad social de otras navajas cuyo filo es mucho más peligroso aunque de los mismos no brote sangre, pero si el dolor, el descrédito, la malicia o malestar propios de esos otros navajazos sin hoja de filo, tan característicos como los de esa otra hoja de filo cuya designación y efectos denominamos como "puñaladas traperas". Por ejemplo, y por sólo citar una de ellas, ésa de: "España nos roba".
¿Buenas noches, povedanos.
Me refiero al que resulta distinto del tan celebrado y cacareado en nuestro pueblo situado al lado de la Iglesia Parroquial, vilmente designado como propio de, nada menos, producir semejantes armas de filo navajero. No obstante y como todos bien sabemos, es a la vez tan inocente como alegremente risueño e inofensivo, aunque cantado y cacareado en virtud de las elucubraciones infantiles y festivas propias de la imaginación de tales santos inocentes, en realidad no son más que elucubración literaria propia de niños, fruto de lo que, a alguien, en su día, se le ocurrió bautizarlo y encauzarlo con la tétrica fábula que se le ocurrió.
Pero me refiero al otro, es decir, al de las navajas sin hojas ni filo, es decir, en sentido figurado navajas sibilinas y peligrosas a nivel nacional, mucho más serias y que podríamos describirlas como el resultado que, cada mañana leemos en los periódicos informándonos y advirtiéndonos de auténticos "navajazos", aunque literarios o vía de rumor, pero de los de verdad, ciertamente sin sangre ni lágrimas, aparecidos cada día en las crónicas que describen determinados hechos o acontecimientos que, aún en sentido figurado, resultan de efectos desagradables, incluso demoledores, tenebrosos o dañino que cabe deducir de su contenido y/o situaciones derivadas de acontecimientos y miserias harto conocidas, tan doloridas como desagradables, ciertamente no confirmadas en algunos casos, pero con indicios de serlo, nada halagüeñas por lo general, pero no para los que las generan que de ellas sacan sus frutos derivados de ese otro árbol de la realidad social de otras navajas cuyo filo es mucho más peligroso aunque de los mismos no brote sangre, pero si el dolor, el descrédito, la malicia o malestar propios de esos otros navajazos sin hoja de filo, tan característicos como los de esa otra hoja de filo cuya designación y efectos denominamos como "puñaladas traperas". Por ejemplo, y por sólo citar una de ellas, ésa de: "España nos roba".
¿Buenas noches, povedanos.