Guadalajara voy a expilcarte la matanza que yo recuerdo.
Primero se engorda bien al cerdo, una vez cebado, es decir bien gordito llega el momento de sacrificarlo, lo cogen entre tres o cuatro, lo colocan encima de una mesa y allí llega el momento malo para él, su sangre es recogida para hacer morcillas y una vez muerto le queman para que desaparezcan todo su pelo. Se coloca otra vez en la mesa y se abre de arriba abajo, se sacan las tripas, hígadado etc.. todos sus interiores, se cortan patas y rabo y los hombres empiezan a descuartizar al animal. Las mujeres limpian las patas y rabos socochan pulmones, corazón y preparan el pan para las morcillas y farinatos.
Las tripas se iban a lavar al río (que entonces si tenía agua).
Una vez que el cerdo estaba descuartizado se separaban las carnes, las mejores se echaban a un lado, para longanizas, las más sanginolentas se ponían en otro lugar, para unirlas a lo que antes se había socochado y servian para los chorizos de cocido. Toda la carne era picada con unas máquinas especiales para la matanza. Por la tarde se aderezaban las carnes con pimiento, sal y orégano. En las morcillas se echaba además la sangre, el pan y cebolla. Los farinatos se hacían con pan, las mantecas picadas, sal, pimiento etc. Los lomos, costillas y picos se adobaban; los jamones y tocinos se echaban en sal.
Al día siguiente se embutía todo, longanizas, chorizos, morcillas y farinatos, se metía en la mismas tripas del cerdo ya preparadas. Se colgaban en las despensas o cocinas hasta que se curaran y así poder comerlo. El hacer la matanza era muy importante, pues tenían la comida para todo el año. Para saber si el cerdo estaba sano se llevaba la lengua y un trozo de papada al veterinario, que daba su visto bueno de sanidad.
Todo esto se hacía en un ambiente de fiesta, como el trabajo era mucho, siempre se invitaba a los familiares y vecinos para que echasen una mano y se preparaba mucha jarana o fiesta, se hacían trastadas a los pequeños en fin se pasaba muy bien.
Yo creo que ahora quizá haya cambiado algo, porque hay personas que ya no matan al cerdo, sino que compran las carnes ya preparadas.
La Navidad para otro día, hoy piensa en los choricitos y ya verás, que ganas te entran de que llegue la matanza, porque no veas, lo bueno que sabe todo.
Un saludo para todos
Primero se engorda bien al cerdo, una vez cebado, es decir bien gordito llega el momento de sacrificarlo, lo cogen entre tres o cuatro, lo colocan encima de una mesa y allí llega el momento malo para él, su sangre es recogida para hacer morcillas y una vez muerto le queman para que desaparezcan todo su pelo. Se coloca otra vez en la mesa y se abre de arriba abajo, se sacan las tripas, hígadado etc.. todos sus interiores, se cortan patas y rabo y los hombres empiezan a descuartizar al animal. Las mujeres limpian las patas y rabos socochan pulmones, corazón y preparan el pan para las morcillas y farinatos.
Las tripas se iban a lavar al río (que entonces si tenía agua).
Una vez que el cerdo estaba descuartizado se separaban las carnes, las mejores se echaban a un lado, para longanizas, las más sanginolentas se ponían en otro lugar, para unirlas a lo que antes se había socochado y servian para los chorizos de cocido. Toda la carne era picada con unas máquinas especiales para la matanza. Por la tarde se aderezaban las carnes con pimiento, sal y orégano. En las morcillas se echaba además la sangre, el pan y cebolla. Los farinatos se hacían con pan, las mantecas picadas, sal, pimiento etc. Los lomos, costillas y picos se adobaban; los jamones y tocinos se echaban en sal.
Al día siguiente se embutía todo, longanizas, chorizos, morcillas y farinatos, se metía en la mismas tripas del cerdo ya preparadas. Se colgaban en las despensas o cocinas hasta que se curaran y así poder comerlo. El hacer la matanza era muy importante, pues tenían la comida para todo el año. Para saber si el cerdo estaba sano se llevaba la lengua y un trozo de papada al veterinario, que daba su visto bueno de sanidad.
Todo esto se hacía en un ambiente de fiesta, como el trabajo era mucho, siempre se invitaba a los familiares y vecinos para que echasen una mano y se preparaba mucha jarana o fiesta, se hacían trastadas a los pequeños en fin se pasaba muy bien.
Yo creo que ahora quizá haya cambiado algo, porque hay personas que ya no matan al cerdo, sino que compran las carnes ya preparadas.
La Navidad para otro día, hoy piensa en los choricitos y ya verás, que ganas te entran de que llegue la matanza, porque no veas, lo bueno que sabe todo.
Un saludo para todos