Hola Maruchi, que bueno que escribes!.
Creo que por aquí todos somos sentimentales... a veces esos recuerdos de cuando había menos son más bonitos, porque en el corazón había más, no sé si me explique... que la sencillez con que vivimos antes nos tenía el corazón más simple, más agradecido, ahora -y no digo que todos... o ninguno en particular- nos llenamos de tantos quehaceres, tendencias y artefactos de la modernidad que podemos llegar a olvidar lo esencial, no?.
El recuerdo de las latas de Adrián, ahora el tuyo y tantos otros que aquí leo, me enseña que en Poveda aprendieron a agradecer y disfrutar cada día y guardar el recuerdo como un bien muy preciado!.
Qué bonito!, que no en todo el mundo es igual, que no siempre se quiere recordar, a algunos hasta les gusta olvidar...
Faca, acá como he dicho es muy parecido. No sé si allá además del belén ponen arbolito... acá se usa mucho también y se acaban poniendo los dos.
Justamente esta tarde voy a comprar el mío, para llenar ya mi casa de navidad.
A sacar del closet los adornos que nos vienen acompañando desde hace muchos años y que con una sacudida, pueden todavía alegrarnos este.
Lucecitas, monitos y esferas para el pino.
Heno, musgo y pastores para el belén.
Acá los regalos los trae el Niño Dios y llegan la noche del 24.
No en la ciudad de México y otras partes que es también en Reyes cuando amanecen los presentes.
De todos modos, el procedimiento es el mismo, después de la cena, no importa qué tan de madrugada sea, los niños dejan un zapato bajo el nacimiento y al día siguiente éste se encuentra arriba del regalo que nos han dejado, el Niño, o los Reyes.
La otra parte... la triste... sí recuerdas a quiénes ya se han ido, a veces, sobrecoge un sentimiento de un poco de miedo... miedo de que ahora estamos y cuántos estaremos la próxima vez...
Pero es nada más una sombra pasajera, como ya decía antes, la magia te acaba envolviendo y se vuelve una fiesta de amor y buena voluntad.
Bueno, hasta a las tiendas perdonamos que como dices se aprovechen!, si con sus luces y alusiones ayudan a crear la atmósfera de fiesta que está por llegar...
Porqué te siento melancólico o algo Efe?
Por fa, no nos dejes mucho tiempo con la curiosidad de lo que dices nos dirás después.
El Viejo Caño siempre va a ser presencia viva de todos los que con tanto cariño lo recuerdan... y él a la mejor está tranquilo, a la mejor está en paz, y como se hacen los abuelos, miran la vida serenos, no les falta el ruidajal, no crees que a la mejor, también quiere descansar?
Un beso a todos!
Creo que por aquí todos somos sentimentales... a veces esos recuerdos de cuando había menos son más bonitos, porque en el corazón había más, no sé si me explique... que la sencillez con que vivimos antes nos tenía el corazón más simple, más agradecido, ahora -y no digo que todos... o ninguno en particular- nos llenamos de tantos quehaceres, tendencias y artefactos de la modernidad que podemos llegar a olvidar lo esencial, no?.
El recuerdo de las latas de Adrián, ahora el tuyo y tantos otros que aquí leo, me enseña que en Poveda aprendieron a agradecer y disfrutar cada día y guardar el recuerdo como un bien muy preciado!.
Qué bonito!, que no en todo el mundo es igual, que no siempre se quiere recordar, a algunos hasta les gusta olvidar...
Faca, acá como he dicho es muy parecido. No sé si allá además del belén ponen arbolito... acá se usa mucho también y se acaban poniendo los dos.
Justamente esta tarde voy a comprar el mío, para llenar ya mi casa de navidad.
A sacar del closet los adornos que nos vienen acompañando desde hace muchos años y que con una sacudida, pueden todavía alegrarnos este.
Lucecitas, monitos y esferas para el pino.
Heno, musgo y pastores para el belén.
Acá los regalos los trae el Niño Dios y llegan la noche del 24.
No en la ciudad de México y otras partes que es también en Reyes cuando amanecen los presentes.
De todos modos, el procedimiento es el mismo, después de la cena, no importa qué tan de madrugada sea, los niños dejan un zapato bajo el nacimiento y al día siguiente éste se encuentra arriba del regalo que nos han dejado, el Niño, o los Reyes.
La otra parte... la triste... sí recuerdas a quiénes ya se han ido, a veces, sobrecoge un sentimiento de un poco de miedo... miedo de que ahora estamos y cuántos estaremos la próxima vez...
Pero es nada más una sombra pasajera, como ya decía antes, la magia te acaba envolviendo y se vuelve una fiesta de amor y buena voluntad.
Bueno, hasta a las tiendas perdonamos que como dices se aprovechen!, si con sus luces y alusiones ayudan a crear la atmósfera de fiesta que está por llegar...
Porqué te siento melancólico o algo Efe?
Por fa, no nos dejes mucho tiempo con la curiosidad de lo que dices nos dirás después.
El Viejo Caño siempre va a ser presencia viva de todos los que con tanto cariño lo recuerdan... y él a la mejor está tranquilo, a la mejor está en paz, y como se hacen los abuelos, miran la vida serenos, no les falta el ruidajal, no crees que a la mejor, también quiere descansar?
Un beso a todos!