Nunca has ocultado tu inquina hacia mí por ser un “palmero” de aquél, pero también, y no debes negarlo, por llevarte la contraria en más de una ocasión. Nunca entre los dos ha existido ningún tipo de sintonía; el porqué: yo, realmente, no lo sé, pero hoy va de canciones y ya que alguna vez me llamaste amigo, quiero dedicarte la versión que hace Miguel Poveda (Poveda precisamente) de una copla de Rafael de León y Manuel Quiroga.
Yo no me dí cuenta de que te tenía
hasta el mismo día en que te perdí.
Y vi claramente lo que te quería
cuando ya no había remedio para mi.
Llévame por calles de hiel y amargura,
pónme ligaduras y hasta pegame
échame en los ojos un puñao de arena,
mátame de pena, pero quiéreme.
Ya no eres el mismo que yo conocía
el que no veía ná más que por mí.
Que ahora vas con una distinta ca día
y en cambio yo muero de celos por ti.
Claro que la culpa de que esto pasara
no la tuvo nadie, nadie más que yo.
Yo que me reía de que esto acabara
y luego he llorao porque se acabó.
Por ti contaría la arena del mar,
por ti yo sería capaz de matar,
y que si te miento
me castigue Dios,
eso con las manos
sobre el Evangelio
te lo juro yo.
Tómala como despedida jocosa (para ti no para el foro); aprovecha al máximo e insúltame –no sería la primera vez- cuanto quieras porque no habrá respuesta: el foro es otra cosa y no una pelea continua entre dos que no se entienden. Que te vaya bonito
Yo no me dí cuenta de que te tenía
hasta el mismo día en que te perdí.
Y vi claramente lo que te quería
cuando ya no había remedio para mi.
Llévame por calles de hiel y amargura,
pónme ligaduras y hasta pegame
échame en los ojos un puñao de arena,
mátame de pena, pero quiéreme.
Ya no eres el mismo que yo conocía
el que no veía ná más que por mí.
Que ahora vas con una distinta ca día
y en cambio yo muero de celos por ti.
Claro que la culpa de que esto pasara
no la tuvo nadie, nadie más que yo.
Yo que me reía de que esto acabara
y luego he llorao porque se acabó.
Por ti contaría la arena del mar,
por ti yo sería capaz de matar,
y que si te miento
me castigue Dios,
eso con las manos
sobre el Evangelio
te lo juro yo.
Tómala como despedida jocosa (para ti no para el foro); aprovecha al máximo e insúltame –no sería la primera vez- cuanto quieras porque no habrá respuesta: el foro es otra cosa y no una pelea continua entre dos que no se entienden. Que te vaya bonito