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NOCHE DE PAZ, NOCHE DE AMOR.
Titulares: «"Zimbabue se desmorona por el cólera", "El timo de Madoff afecta a bancos, aseguradoras y fondos en España", "La ONU demuestra que Ruanda instiga la guerra en Congo", "Barcelona 2 - Real Madrid 0"».
Catástrofes y más catástrofes en este mundo de futuras generaciones y no nuestro.
He visto en imágenes el miedo, rencor, odio y resentimiento, en rostros que me son ajenos.
He imaginado esos mismos sentimientos en otros rostros que conozco, y un halo de tristeza me circunda.
Quisiera, en esta Noche de Paz, en la que pondré fin a mi existencia con un clic de ratón, borrar de esos rostros tantas iras y reconciliarme con Dios y con el mundo pidiendo perdón por mis faltas pasadas y futuras, -como si no fuera ya mayor mi arrepentimiento que mi culpa- en la que fue, y es ya, mi efímera realidad. Pasó mi personaje imaginario por este teatro, como una nube que presagió siempre tormenta. Y hoy, a la hora de partir... No... No podré dejar este sitio sin una herida en el alma. Fueron muchas las horas de alegrías y de infinita soledad. Sin embargo, no puedo demorar por más tiempo mi partida. No será más el personaje de Soso un obstáculo, para que vosotros, todos, deis alas a el vuestro y llenéis este espacio de pensamientos y fantasía.
Quisiera dibujar alrededor de este texto paisajes nevados, arboles con guirnaldas de colores y estrellas de Navidad, para que su luz ilumine vuestro destino y os colme de dicha y de paz. Para que seáis siempre felices como yo lo soy ahora sabiendoos ahí. Y no... no os sintáis protagonistas por ser amados, no os amo tanto por ser mi pueblo, como por ser humanos. Los seres imaginarios somos así; preferimos vivir para la felicidad de los demás aunque ello signifique nuestra propia derrota.
Quiero despedirme de vosotros queridos povedanos, (si, de ti también) con un fuerte abrazo, muy fuerte, y un descomunal y liberador corte de manga, para que esta vez sí, y con razón, tengáis motivos para enfadaros y razones para querer agarrarme por el cuello.
De todo corazón... ¡FELIZ NAVIDAD!
---Cae el telón y se escucha una voz en off:---
¡VIVA POVEDA!
Clic...
Titulares: «"Zimbabue se desmorona por el cólera", "El timo de Madoff afecta a bancos, aseguradoras y fondos en España", "La ONU demuestra que Ruanda instiga la guerra en Congo", "Barcelona 2 - Real Madrid 0"».
Catástrofes y más catástrofes en este mundo de futuras generaciones y no nuestro.
He visto en imágenes el miedo, rencor, odio y resentimiento, en rostros que me son ajenos.
He imaginado esos mismos sentimientos en otros rostros que conozco, y un halo de tristeza me circunda.
Quisiera, en esta Noche de Paz, en la que pondré fin a mi existencia con un clic de ratón, borrar de esos rostros tantas iras y reconciliarme con Dios y con el mundo pidiendo perdón por mis faltas pasadas y futuras, -como si no fuera ya mayor mi arrepentimiento que mi culpa- en la que fue, y es ya, mi efímera realidad. Pasó mi personaje imaginario por este teatro, como una nube que presagió siempre tormenta. Y hoy, a la hora de partir... No... No podré dejar este sitio sin una herida en el alma. Fueron muchas las horas de alegrías y de infinita soledad. Sin embargo, no puedo demorar por más tiempo mi partida. No será más el personaje de Soso un obstáculo, para que vosotros, todos, deis alas a el vuestro y llenéis este espacio de pensamientos y fantasía.
Quisiera dibujar alrededor de este texto paisajes nevados, arboles con guirnaldas de colores y estrellas de Navidad, para que su luz ilumine vuestro destino y os colme de dicha y de paz. Para que seáis siempre felices como yo lo soy ahora sabiendoos ahí. Y no... no os sintáis protagonistas por ser amados, no os amo tanto por ser mi pueblo, como por ser humanos. Los seres imaginarios somos así; preferimos vivir para la felicidad de los demás aunque ello signifique nuestra propia derrota.
Quiero despedirme de vosotros queridos povedanos, (si, de ti también) con un fuerte abrazo, muy fuerte, y un descomunal y liberador corte de manga, para que esta vez sí, y con razón, tengáis motivos para enfadaros y razones para querer agarrarme por el cuello.
De todo corazón... ¡FELIZ NAVIDAD!
---Cae el telón y se escucha una voz en off:---
¡VIVA POVEDA!
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