
El nombre de
Puente del Congosto viene de «Puente del
Arco Angosto», haciendo referencia al puente sobre el
río Tormes de la ruta
Ávila-Ciudad Rodrigo, el cual tenía un arco estrecho del que actualmente solo se conserva una pared lateral
El origen se sitúa entre el siglo XII o XIII, para proteger el puente en la ruta Avila - Ciudad Rodrigo. En 1393 Enrique III concede a Gil González Dávila el señorío del Puente del Congosto, el cual, lo reconstruye y perdura en la actualidad.
En 1485 nace Pedro de la Gasca, tataranieto de Gil González Dávila, a quien el emperador Carlos V encomendó sofocar la rebelión de Pizarro en
Perú.
En 1497, a la reina Isabel la Católica hallándose en este
castillo, le comunicaron el fallecimiento de su hijo, el Príncipe de
Asturias.
La localidad, que formaba parte del realengo de la Tierra de Ávila, experimentó un proceso de señoralización junto a
Cespedosa, siendo donada por Enrique III de Castilla a Gil González Dávila el 2 de noviembre de 1393
La villa de Puente de Congosto encabezó el Señorío de la Villa y Tierra de La Puente del Congosto hasta la abolición de los señoríos. Dicho señorío estaba formado por la Villa de Puente del Congosto y tres cuadrillas: la de
El Tejado (con sus tres
barrios y Peñaflor, hoy despoblado), la de
Bercimuelle y la de
Navamorales (que era la cabeza de su cuadrilla e incluia las poblaciones ya desaparecidas de
Las Casillas y Berrocosa).
En 1539 la villa —que en ese momento pertenecía a la orden de Calatrava— fue transferida junto al resto de aldeas y lugares de su jurisdicción al duque de Alba, Fernando Álvarez de
Toledo