Ahí va el refrán un poco retocado:
"Dime, chapucero, de que presumes, y te diré chhapuceramente de que careces".
De nada, es un cubito en la bardera.
"Dime, chapucero, de que presumes, y te diré chhapuceramente de que careces".
De nada, es un cubito en la bardera.