Hace unos años, estaba mejor, la calle Mayor estaba empedrada y en la plaza en lugar de una fuente de parque urbano había un pilon, y no estaban los dados que si están ahora, los cuales están mal hechos puesto que la suma de sus caras opuestas debe ser siempre siete. Pero bueno es un pueblo que me gusta, sobre todo en invierno cuando no hay demasiada gente y se puede ir al Pelayo a tomar unos pinchos o a comer y a pasar un rato agradable con los tertulianos. Bueno un saludo de alguien que hace más de treinta años nació en Bercimuelle.