Hace veintiún siglos la civilización
romana transformó una antigua ruta cultural y comercial en una calzada permanente, con carácter eminentemente
militar. Unía las ciudades de Emérita Augusta (Mérida en la actualidad) y Astúrica Augusta (Astorga), constituyendo durante siglos la principal
vía de comunicación del oeste peninsular. Los distintos invasores la utilizaron, visigodos, bereberes, peregrinos hacia el sepulcro del Apóstol Santiago, la trashumancia, el
comercio de la sal…, nos hablan de la
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