Aunque ahora con el pantano, en el invierno, se nos llena Riolobos de gansos por miles y durante todo el año hay gran variedad de aves que vienen de paso y descansan unos días en el pantano. Solo hay que llevar unos prismáticos para poderlos ver y también tenemos el cernícalo Primilla en las casas, una rapaz que está en peligro de extinción que pasa con nosotros el verano. Sí, porque la verdad ahora casi lo único que hay son chovas. ¡Ay Avutarda¡ última habitante de Riolobos que evocas tiempos pasados cuando sólo había campos de secano y era compañera de agricultores en la distancia.