VESTIGIOS DEL AYER
LAS SENDAS OLVIDADAS. (III).- No hace mucho tiempo que ha amanecido. Miro hacia los tesos y al pasar por la puente grande intento pasar rápido ese feo e impersonal puente de cemento que sustituyó a las cíclopeas piedras que antaño salvaron el mayor escollo que los lugareños tenían para sembrar los campos del otro lado de la ribera y esmochar la barrera de encinas que calentaban sus hogares.
El antiguo camino a Salamanca se iniciaba con unos barreros a ambos lados que surtían ... (ver texto completo)
LAS SENDAS OLVIDADAS. (III).- No hace mucho tiempo que ha amanecido. Miro hacia los tesos y al pasar por la puente grande intento pasar rápido ese feo e impersonal puente de cemento que sustituyó a las cíclopeas piedras que antaño salvaron el mayor escollo que los lugareños tenían para sembrar los campos del otro lado de la ribera y esmochar la barrera de encinas que calentaban sus hogares.
El antiguo camino a Salamanca se iniciaba con unos barreros a ambos lados que surtían ... (ver texto completo)