Luz ahora 0,15358 €/kWh

San Isidro
Muy mal por parte de los operarios del suministro eléctrico a la iglesia al colocar el poste de hierro en el que se apoya el cable junto al histórico reloj de arena; poco debieron cavilar y poca sensibilidad tuvieron por el escaso esfuerzo realizado para buscar otro punto de apoyo u otra forma de llevar la energía eléctrica al templo. Mal por esos operarios, por la compañía suministradora que cuida poco estos detalles y mal también por las autoridades competentes en velar por el patrimonio histórico ... (ver texto completo)
El castillo de Salvatierra de Tormes se componía de un edificio rectangular, con tres pisos, hoy desmantelado, y una cerca con puerta, cubos y saeteras. Parece ser obra del siglo XVl, toda de lajas de pizarra, menos las esquinas, puertas, etc., que son de granito. Se encuentra en estado de ruina progresiva. Es propiedad de la Confederación Hidrográfica del Duero. Bajo la protección de la Declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949, y la Ley 16/1985 sobre el Patrimonio Histórico Español.
trata de una construcción con torre morisca construida en pizarra y ladrillo. En el interior de la Iglesia Parroquial, destaca el Retablo del Altar Mayor, de estilo churrigueresco con la imagen central de la Virgen de Monviedro flanqueada por los Apóstoles San Pedro y San Pablo. Otras de las imágenes veneradas en los altares laterales son San Roque, San Antonio, el Cristo Yacente y el Cristo de San Martín.
Fuente, juntamente con otros repartidas por el entramado urbano, en su momento sustituyó en el suministro de agua a la población a la existente en la plaza del Altozano y a otra que con abrevadero en el camino a Montejo, todo ello antes de que el suministro se extendiera a todos y cada uno de los domicilios. La casa que vemos detrás, es la conocida como Casa del Comendador y, al parecer, una vez cedida por la confederación del Duero al Ayuntamiento, éste quiere restaurarla y ubicar en ella sus oficinas.
Lugar de acceso a La Villa que quedó condenado con el llenado del embalse, pero que ahora nos permite acceder al un mirador desde el que contemplar las aguas mansas de Santa Teresa y las estribaciones de Gredos y Candelario.
En los años cincuenta se paró el tiempo en este pueblo y, en algunos aspectos, parece que continúa parado.
La cubierta gris de uralita de la iglesia, no solamente no es la más apropiada para una iglesia tan antigua y con tanto contenido en su interior, que alguien debería plantearse la posibilidad de cambiarla por teja curva como la que se utiliza en el conjunto de La Villa.
Las deficientes intervenciones para reparar o consolidad este templo nos ha llevado al aspecto exterior que presenta la fotografía, en la que se aprecian añadidos que desentonan, lo que no nos hace presagiar la grandeza que encierra en su interior.
Lo que fue un cubo adherido a la muralla del castillo, el tiempo y algún otro avatar de la historia, lo han convertido en una ruina.
El antiguo acceso desde la antigua carretera tapada por el río es precioso y, aunque el arco muestra que el tiempo no pasa en balde, aguanta y luce como siempre.
Con el llenado del pantano de Santa Teresa prácticamente desaparecieron las tierras cultivables de La Villa. No obstante, en las más altas, las no afectadas por el agua embalsada, la actividad ganadera en sus ricos pastos ha continuado y, aunque no sea lo mismo, permite que alguna familia pueda vivir de esta actividad.
Edificio que está pidiendo a gritos una intervención antes de que se convierta en una ruina. Al parecer, el Ayuntamiento, ha pensado trasladar su sede al mismo, aunque no se sabe cuando se acometerán las obras para su rehabilitación.
Condenado pavimento el de esta calle que conduce a la puerta del río; la colocación de los cantos de río parece efectiva y duradera, más teniendo en cuenta la nula circulación de automóviles y demás cacharros con ruedas y motor; pero muy difícil caminar sobre ellos, aun con zapatillas deportivas, la inseguridad y riesgo de torcerte un tobillo son reales.
Lo que fue cárcel y durante décadas estuvo sumido en la ruina, después de la conveniente actuación de los restauradores, luce otra vez con el esplendor que no debió perder. En el entorno de esta plaza aún quedan edificios que reclaman urgentemente una atención similar.
lo que en otro tiempo fue almacén de grano, ahora aparece transformado en un lugar en el que celebrar actos sociales, teatro, baile, exposiciones... o una comida de hermandad, subvencionada por el Ayuntamiento, a la que están invitados todos los vecinos. Es un lugar de fiesta, encuentro, amistad y confraternización.