Lo que en otro tiempo fueron escuelas, ahí recibían sus clases las niñas del pueblo, se ha transformado en albergue; lo único que recuerda al antiguo edificio escolar es su porche porticado, es resto no se parece en nada, es completamente nuevo. Las funciones de ahora poco tienen que ver con las de antaño, pero al menos el espacio está adecentado y el edificio sirve de hospedaje ocasional a quienes desean disfrutar de un pueblo histórico que por circunstancias casi fue borrado del mapa y convertido en un despoblado más en la provincia.