Anda que no habré jugado yo por los alrededores de esta PRECIOSA
IGLESIA. De mi querido
pueblo guardo los mejores momentos de mi infancia y aunque a medida que vamos creciendo la perspectiva de las cosas cambia, nunca podré olvidar la sensación que me provoca el recuerdo de mi tierna infancia allí; sensación que sólo entenderán aquellos que además de tener pueblo, han tenido buenos
amigos en el.
Muchos saludos de una Madrileña.