Recuerdo las fiestas de San Juan en San Muñoz, como una explosion de alegria y jorgorio, por varias razones. La primera, porque solian coincidir con el final del curso y constituian toda una liberacion. Tambien era el momento, en el que nos juntabamos todos los amigotes y estrenabamos la ropa que nos tenia que durar todo el año. Por la noche, nos dejaban quedar hasta que terminaba el baile, disfrutando de las variadas melodias, de los legendarios "Cisnes". ( Pedro al saxo, Arturo al "Farfisa", Miguel al bajo y Paco a la bateria). El Sr. "Benido" el enterrador, se volvia loco a tirar cohetes, con un artilugio que se habia fabricado, para no quemarse. A mi me encantaba el olor de la polvora. Otro dia os contare la sensacion de repicar y lo de las corridas en la plaza, fabricada con carros.