Aquella tarde de enero tenías la manos muy frias.y sin embargo a mi me transmitian tanto calor, una sensación de bienestar de la que nunca quería escapar.esa sensación de alivio, de cura, de balsamo.y , cuando ya no estabas, ella volvía.tan amarga, tan dolorosa, ...y de repente me daba cuenta de lo que representabas, de lo que realmente significabas en mi vida, y que esos pequeños momentos de vida que me regalabas, se multiplicarían por mil en sufrimiento, en dolor.se convertirían en una gangrena, una gangrena que se llama vivir.
LA GANGRENA.-.
LA GANGRENA.-.