Los habitantes de
Santa Inés tienen mucho pasado que recordar, porque su
historia viene de otros lugares, pero el pasado del
pueblo es corto, y por eso, su población es
joven; los nacidos allí han heredado un futuro y unos recuerdos que han sido transmitidos de unos a otros de viva voz, son recuerdos colectivos de un lugar idealizado por el paso del tiempo, es la tierra prometida pero al revés, es un bagaje cultural petrificado para siempre en la memoria plural de todos. Y esos recuerdos les hablan de un pueblo fantasma, del abandono forzoso, del peregrinar, de promesas, de nuevas vidas, de esperanzas, de frustraciones, de superación, de construcción, … y son recuerdos que vienen siempre con la mirada perdida, con la añoranza de lo irrepetible.