El secreto de la felicidad no está en hacer siempre lo que se quiere, sino en querer siempre lo que se hace.
El sentimiento es la poesía de la imaginación.
Dios ha puesto el placer tan cerca de la
fiestas que muchas veces se llora de alegría por no poder estar en todas a la vez.
De la espuma a la caldereta, de la verbena a la
churreria, media vuelta en la cama y otra vez a la
fiesta.
La alegría más grande es la inesperada.