Cepo de
caza
Ya abolido y prohibido en la mayoría de países, el cepo de caza se caracteriza por su eficacia y capacidad de sujetar al animal cazado, normalmente de alguna de sus extremidades, sin causarle la muerte. El animal atrapado en el cepo era posteriormente hallado vivo por el cazador, que se decidía en ese momento por rematar o por liberar al animal sujeto en el cepo, dependiendo la decisión del sexo del animal o de la situación en que se encontraba la extremidad mordida por el cepo. Entre cazadores respetuosos con el equilibrio natural era corriente acceder a soltar liberando del cepo a las hembras de cría, si tenían en buenas condiciones las cuatro extremidades