Uno de los tradicionales alimentos de nuestra civilización: persas, griegos y
romanos ya la cultivaban y se beneficiaban de sus propiedades alimenticias. Es un ingrediente de nuestra alimentación por antonomasia y su sabor fresco combina muy con casi todos los ingredientes de nuestras ensaladas.
Su hoja tiene un alto contenido en fibra, la sabiduría popular le confiere propiedades para la anemia y debilidad en general, diurético, favorecedora del sueño (recomendada para los que padecen de insomnio) e incluso para la cura de bronquitis leves o. incluso, la caspa....; muy aconsejable para dietas de pérdida de peso
Las diferentes variedades presentan valores nutritivos algo distintos. Pero en general, las lechugas son ricas en fibra y con componentes muy saludales.
Los nutrientes más importantes son: la vitamina A (del beta caroteno, no se percibe su
color amarillo-naranja ya que está escondido por los pigmentos verdes de la clorofila) y el potasio. ¡Ojo!.. las hojas con color verde oscuro son las que contienen más beta caroteno.
La vitaminas A es un antioxidante que ofrece protección contra algunas formas de cáncer (sistema respiratorio e intestinal). Ver los fitoquímicos y antioxidantes.
Las lechugas, exceptuando la variedad "iceberg", son también moderadamente un buen recurso de otro antioxidante: la vitamina C, calcio, hierro y cobre.
Su alto contenido en
agua y su capacidad diurética la hace ideal para dietas destinadas a perder peso.
Una taza de hojas de lechuga picada:
Calorías 9
Fibra dietética 1.3
Proteína 1 gramo
Carbohidratos 1.34 gramos
Vitamina A 1456 UI
Vitamina C 13.44
Calcio 20.16
Hierro 0.62
Potasio 162.4 miligramos