Tulipa es un género de plantas perennes y bulbosas perteneciente a la
familia Liliaceae, en el que se incluyen los populares tulipanes, nombre común con el que se designan a todas las especies, híbridos y cultivares de este género. Tulipa contiene aproximadamente 150 especies e innumerables cantidades de híbridos y cultivares conseguidos a través de mejoramiento genético que los floricultores fueron realizando desde el siglo XVI.[
Origen y distribución del géneroEl centro de diversidad del género se encuentra en las
montañas Pamir e Hindu Kush en las estepas de Kazajistán,[3] encontrándose distribuido por Oriente Medio, Irán y Afganistán particularmente, hacia la península de Anatolia, Europa del Sur y norte de África, por el Oeste, y hacia el noreste de China, por el Este.
Los tulipanes se cultivaron como plantas ornamentales desde principios del siglo XI en Anatolia. Desde esta región e Irán provendrían los bulbos tomados por el toledano Ibn Massal para su cultivo en el Al-Ándalus, según documenta la obra Umda del botánico Abu-I-Jayr, fechada entre los siglos XI y XII, estudiada por los investigadores Esteban Hernández Bermejo y Expiración García[4] Con la Edad Moderna, su cultivo se extendió hacia los países del norte de Europa, convirtiéndose en la
flor símbolo de los
Países Bajos y parte inseparable de su
paisaje. También tiene un uso como símbolo nacional en Turquía e Irán.
El tulipán de jardínEl tulipán común o de
jardín (Tulipa gesneriana L.) y una cantidad de otras especies, tales como Tulipa bakeri, Tulipa clusiana, Tulipa fosteriana, Tulipa kaufmanniana y Tulipa tarda, como así también un vasto número de híbridos complejos entre las especies mencionadas, se cultivan en todo el mundo por sus espectaculares
flores. Debido a la hibridación interespecífica, a la recombinación y a la selección, la nomenclatura botánica del tulipán cultivado es sumamente complicada ya que ninguno de los cultivares actuales, los que presentan gran diversidad de tamaños,
colores y forma de las flores así como de épocas de floración, puede identificarse con el nombre de ninguno de los taxones silvestres del género.[8]
Existen más de 5000 cultivares registrados de tulipanes. Se ha llevado a cabo una clasificación de los mismos sobre la base de la estructura de las flores, el período a floración y el origen. Algunos de los 15 grupos establecidos comúnmente son:[2] [9] [3]
Tulipanes precoces de flor sencilla: comprende a los tulipanes de 25 a 60 cm de altura, con flores caliciformes, sencillas, que en ocasiones se marchitan al sol y florecen entre principios y mediados de
primavera.
Tulipanes precoces de flor doble: comprende a los tulipanes de 25 a 40 cm de altura, con flores dobles, frecuentemente de 6 a 10 cm de ancho y floración entre principios y a mediados de la primavera.
Tulipanes "Triumph": comprende aquellos cultivares de 25 a 40 cm de altura, con flores cónicas
portadas por tallos robustos, bastante resistentes a la intemperie.
Tulipanes híbridos Darwin: se encuentran entre los tulipanes de flores más grandes y vistosas.
Tulipanes de flor de lirio: tienen tépalos característicos en punta y vueltos hacia el exterior.
Tulipanes Rembrandt: son similares a los tulipanes de flor sencilla pero los tépalos presentan una "ruptura" del
color básico, en estrías o "llamas" de colores diferentes. Esta coloración está causada por la infección de un virus que se puede transmitir por áfidos. Por esta razón, las variedades de este tipo se cultivan y multiplican separadamente de las restantes variedades de tulipán.
Tulipanes papagayo. Miden 45 a 60 cm de altura y son similares a los tulipanes de flor sencilla, aunque los tépalos se hallan retorcidos, o sus bordes encrespados. Florecen desde mediados de la primavera.
El color de la flor está determinado por la composición y proporción de diferentes pigmentos. Así, las flores amarillas contienen solamente carotenoides y cianidina. Las flores rojas cianidina y pelargonidina; mientras que las flores púrpura contienen una combinación de cianidina y delfinidina. Las flores rosadas contienen la mayor variación en tipos de pigmentos, pero su nivel o contenido es relativamente menor que aquel presente en los otros tipos de colores. Las flores blancas casi no exhiben ningún tipo de pigmento.[10]
A continuación se presentan imágenes que ejemplifican algunos de los tipos de cultivares:
Historia del cultivo en occidente
Las versiones tradicionalmente más difundidas sobre el origen del cultivo
ornamental del tulipán en Occidente sostienen que este tuvo mediante la importación de bulbos desde el Imperio otomano a través de Centroeuropa desde el siglo XVI. Otros estudios también apuntan a una ruta de introducción en Europa más antigua, desde el Imperio bizantino hacia el Al-Ándalus en la Hispania musulmana. Una versión indica que el embajador austríaco en Turquía Ogier Ghislain de Busbecq, quién además era un floricultor entusiasta, vio tulipanes cultivados en Adrianópolis. En 1544, cuando regresó a Europa, trajo consigo algunos bulbos a los
Jardines Imperiales de Viena. Décadas más tarde, en 1593, Carolus Clusius dejó su trabajo en los Jardines Imperiales para tomar un cargo de profesor de botánica en Leiden, Países Bajos, a donde llevó una colección de bulbos de tulipanes que crearon un gran interés y entusiasmo. Entre 1610 y 1620 en
Francia y para 1634 en los Países Bajos, el entusiasmo por cultivar estas plantas bulbosas se transformó en una verdadera fiebre conocida como "tulipomanía". Se vendían posesiones de todo tipo para
comprar bulbos de tulipán y algunos tipos raros de esta especie costaban el precio de una granja, una
casa o varios
caballos. En 1623, un solo bulbo de una variedad famosa de tulipán podía costar hasta 1000 florines, cifra exorbitante teniendo en cuenta que la ganancia media anual en aquella época era de 150 florines. Un buen comerciante de bulbos, por el otro lado, podía ganar 6000 florines por mes. En 1635 se produjo una venta de 40 bulbos por 100.000 florines. Para propósito de comparación, una tonelada de manteca costaba aproximadamente 100 florines. Un verdadero récord fue la venta del bulbo más famoso, "Semper Augustus", por 6.000 florines en Haarlem. No había suficientes bulbos en el
mercado como para respaldar la demanda existente, por lo que la tulipomanía se transformó en una especulación financiera, en la que los inversores compraban y vendían notas de crédito y no bulbos. Este periodo de euforia especulativa dio lugar a una gran burbuja económica y una crisis financiera. Constituye, de hecho, uno de los primeros fenómenos especulativos de masa monetaria de los que se tiene noticia.[
Cultivo para la producción de bulbos
Bulbos de tulipán. Este tipo de cultivo se inicia a partir de bulbillos, los cuales se producen alrededor del bulbo original y se separan de éste luego de recolectarlos. Como en la producción de otros tipos de bulbos, se requiere un suelo bien drenado, arenoso y con un pH cercano a la neutralidad. Se necesitan 2 años para alcanzar bulbos de tamaño comercial. En un primer año se plantan los bulbillos en
otoño, a altas densidades (1-2 cm de separación entre bulbillos) y se cosechan bulbos de calibres 6-8, 8-10. Luego de recolectados los bulbos en el
verano, se realiza el segundo año de cultivo, a menor densidad (4-5 cm de separación entre bulbos), con el empleo de abonos químicos y otros agroquímicos para proteger al cultivo de plagas y enfermedades. La recolección se inicia cuando la túnica de los bulbos comienza a colorearse. Los bulbos cosechados alcanzan un calibre de 11-12 o superior.[13]
[editar] Cultivo para la producción de flor cortadaEste tipo de cultivo se inicia con la adquisición de bulbos de tamaño comercial (calibre 11-12 o superiores) y la plantación de los mismos en el otoño. Se deben utilizar suelos arenosos y bien drenados. Los bulbos se plantan en líneas con los bulbos separados a 5 cm entre sí y a una profundidad de 4-5 cm. La recolección de las flores se realiza cuando en los pimpollos sean apenas visibles en el color de los pétalos. Para la recolección, se suele arrancar la planta entera (tallo floral, bulbo y raíz) y se corta el pedicelo floral lo más cerca posible de la base del bulbo para, de ese modo, lograr "flores" de mayor longitud, las cuales son más apreciadas por los consumidores. Los tallos florales se colocan en
recipientes con
agua dentro de cámaras frigoríficas a 4-5 °C hasta su venta.