El cultivo del pepino se confunde con la
historia de la humanidad. Originario del sur de Asia, se cultivaba en la
India hace más de 3.000 años. En Grecia y Roma fue adoptado como alimento y extendido por los
romanos a toda Europa y Colón posteriormente a América. Es de la
familia de las Cucurbitáceas y necesita de un clima templado, para cultivarse en óptimas condiciones.
Rico en
agua, está asociado al
verano y a las ensaladas y gazpachos. Debe comerse fresco y a ser posible con la piel.
La sabiduría popular le atribuye propiedades benéficas para la salud en el tratamiento de la gota, la obesidad y enfermedades del corazón. También se señala como alivio de ojos cansados e inflamados; para la picadura de avispas y, especialmente, como mascarilla para la piel.
Los pepinos no son una buena
fuente de nutrientes según los análisis. El nutriente más abundante es el agua.
Una pequeña cantidad de caroteno beta se encuentra en la cáscara verde, pero una vez pelado el pepino, la cantidad se reduce casi a cero.
Así mismo, los pepinos con piel tienen un mayor contenido nutricional como fibra y vitamina A, que se puede perder al ser pelados.
No obstante, se le asocia al silicio. De ahí su capacidad para dotar de elasticidad a las células y actuar sobre la piel, el cabello, las uñas etc..
Tradicionalmente se le ha considerado un excelente aliado de la piel.
Su gran contenido en agua refuerza algunas propiedades diuréticas y laxantes. Es buen ingrediente para las dietas de control de peso o de adelgazamiento.
(6 rodajas grandes u 8 pequeñas de pepino crudo con cáscara)
Calorías 5
Proteína cantidad no significativa
Fibra dietética 1 gramo
Carbohidratos 1 gramo
Fibra dietética 0.4 mg
Calcio 7 gm
Vitamina A 70 IU
Vitamina C 3 mg
Hierro cantidad no significativa