Una de las plantas que más hogares decoran son los geranios. Sus cerca de 240 especies, diferenciadas por los
colores de sus
flores, por su tamaño y hasta por su olor, se convierten en una opción decorativa fácil de mantener. Su nombre científico es ‘Pelargonium’, y es originaria de la región sudafricana de El Cabo. El geranio tiene funciones medicinales en los
campos digestivo, reproductor y antiséptico.
Sus flores crecen en una umbela, sobre un péndulo que a veces está precedido por un tallo. Esta es la parte de la planta que le da el valor decorativo. Estas flores, regulares y con diez estambres, no tienen ningún espolón, pero sí un aguijón nectario o pétalo posterior.
Clases de geranios
El geranio zonal es el más conocido, y le caracterizan sus hojas y tallos tormentosos. Sus flores pueden ser rojas, rosa violáceo o blanco.
Otro tipo es el geranio colgante. Cuenta con un tallo desnudo y brillante, como sus hojas, más carnosas que las del zonal. Los colores de sus flores coinciden con los del geranio zonal: rojas, blancas o rosa violáceo.
El último tipo es el geranio de pensamiento. Sus flores, de entre 2 y 3 centímetros, aparecen en
primavera y duran todo el
verano. Sus hojas dentadas, y sus flores rojas y blancas, hacen que pueda decorar cualquier
rincón de la
casa.
Los tres tipos principales de geranios cultivados son híbridos. Otras clases de pelagonium son los enanos, los de hojas olorosas o los de fantasía.
Cómo cultivar geranios
Hay dos formas para obtener un geranio: o sembrando una semilla, o a partir de un esqueje. Para el segundo método, hay que ocuparse de cuidar a la planta madre para que los esquejes crezcan fuertes y sanos. Debemos limpiarlos de hojas secas y muertas, y de estípulas para que no se pudran, y realizar el corte cercano al nudo para que las raíces crezcan rápido.
Para que florezcan mejor, la maceta en la que plantemos nuestros geranios debe ser estrecha. Si queremos cortar los esquejes, la época idónea es entre febrero y marzo, o entre agosto y octubre. Para mantenerlos hay que introducirlos en macetas simples colocadas sobre lugares cálidos (tanto en verano como en
invierno).
Cuidado y mantenimiento del geranio
Sobre todo en verano hay que aplicar abonos solubles que fertilizan. Durante todo el año, esta planta se debe colocar en zonas bien luminosas. La ventaja que tienen los geranios es que no les perjudica la luz solar directa, y además, aceptan temperaturas superiores a los 30ºC.
A la hora de regar el geranio, hay que acordarse de hacerlo dos o tres veces por semana en verano, y bastante menos en invierno. Ante todo, tenemos que evitar que el
agua de la
lluvia o del riego caiga directamente sobre sus hojas y flores, ya que hay riesgo de que se pudran.
La última precaución que hay que tener en cuenta es que no le afecten plagas y enfermedades. A veces las hojas se ven atacadas por
hongos que se combaten con fungicidas. Pulgones, babosas, ácaros y la araña roja pueden afectarle también. Estos ataques se previenen mediante insecticidas.