La margarita puede medir desde 15 centímetros hasta un metro formando grandes matas. Posee un rizoma rastrero.
Sus tallos son largos y delgados, con hojas verde oscuro, largas y dentadas.
Sus bellas
flores tienen su centro discoidal de
color amarillo y pétalos blancos o amarillos.
La mejor época para sembrarlas es la
primavera, se puede hacer por semillas, división o corte.
Se deben regar después de sembrarlas y mantenerlas húmedas, sin excederse para no anegarlas.
La mejor tierra es la arcillosa, pero se adaptan a casi todo tipo de suelos con nutrientes. Si se abona se favorece su crecimiento y su floración con
colores más intensos.
Generalmente florecen desde la primavera hasta principios del
invierno.
A las margaritas les gusta la luz natural y es preferible colocarlas en un lugar bastante soleado.
Durante el invierno se protegen las raíces colocando hojas secas o paja en la base.
Hay una gran variedad de margaritas y todas pertenecen a la categoría Chrysanthemun leaucanthemum con excepción de la margarita menor, originaria de Eurasia, a la que se le llama Bellis perennis.