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Hojas de roble, SANTIZ

EL ROBLE
(Quercus robur L.)

DESCRIPCIÓN

Altura: 5 a 45m

Familia: Fagaceae

Sinonimia: carballo, quercus pendeculata ehrh, quercus fructipendula Schrk, quercus cupulatus gilib, quercus racemosa lamk

El roble común es árbol robusto que en espesura crece con tronco derecho y limpio sin ramificarse hasta los 15m. Cuando se halla aislado su copa se hace ancha irregular con ramas tortuosas, nudosas y acodadas que proporcionan escasa sombra.

Aunque su crecimiento es poco rápido, salvo en condiciones particulares muy favorables; crece hasta los 200 años y alcanza fácilmente los 600 años.

El mas viejo de España fue el célebre árbol de Guernica, que murió en el siglo XIX con más de 1000 años. En Dinamarca se cita uno de 1600 años.

Sus raíces tienden a profundizar; al año suele tener una raíz central relativamente desarrollada y puede llegar a penetrar a una profundidad de metro y medio en el suelo; de 6 a 8 años, emite las raíces laterales y en conjunto emite un sistema radical penetrante y profundo. Su corteza es grisácea y bastante lisa para su primera edad pero más tarde se resquebraja con grietas profundas.

Ramas principales en candelabro, flexuosas o casi rectas, las secundarias sinuosas más o menos patentes, todas fuertes y nudosas.

Ramillas tortuosas, las nuevas lampiñas, las jóvenes estriadas, pardo-rojizas o pardo grisáceas.

Yemas en grupos apiclaes, cortas, obtusas, aovadas, angulosas, con escamas lampiñas en el dorso, algo pestañosas en el ápice, pardo-rojizas.

Las hojas son simples alternas, caducas, con limbo de 5a 12cm. de largo de 4 a 8 cm. de ancho de 3 a 5 lóbulos redondeados a cada lado del nervio principal, más ensanchado en el tercio superior, acorazonadas u oval-oblongas, totalmente lampiñas en las dos caras, con el haz más verde que enves, de consistencia coriácia y con peciolo cortísimo (2 a 7 mm). Una característica muy típica de esta especie es que la base del limbo termina en dos orejitas. Las estipulas son muy pequeñitas y estrechas, cayéndose enseguida.

El roble produce flores masculinas en largos amentos colgantes y lampiños, de 3 a 6 cm en longitud con flores de 5 a 8 estambres y perigonio de 5-6 divisiones. Las flores femeninas en grupos de 2, lo más 3, insertadas en el extremo de un largo pedúnculo entre las hojas superiores desarrolladas en el año lampiño, erecto-arqueado. Tienen 3 estilos soldados en su base, cortos y rojos. Las flores son casi coetáneas con las hojas y los frutos maduran en septiembre.

Bellotas sentadas lateralmente sobre el largo pedúnculo, algo deprimidas en el ápice, con estrías oscuras, longitudinales, en la madurez, ombligo pequeño, blanquecino y endocarpo lampiño. Cúpula de escamas planas, pubérulas, las marginales poco o nada salientes. Semilla amarga, poco oleaginosa, rica en almidón.

Recogida y recolección

Las bellotas maduran en otoño, pudiendo realizarse su recogida hasta principios de invierno, aprovechando las que han caído al suelo por sí solas o bien vareando los árboles para que las bellotas caigan sobre tendales o lonas extendidas bajos los árboles para este fin.

Para obtener las semillas limpias, bastará con separar a mano las cúpulas y ramitas que quedan adheridas a los frutos.

Aunque en muchos casos sea posible conservar las bellotas durante 2-3 años, sin una pérdida grande de su viabilidad inicial, nunca se almacenaran durante más de 6 meses, es decir, el tiempo que puede mediar entre su recogida en otoño y siembra en primavera.

Las condiciones óptimas para conservar estos frutos son: temperaturas de 0º a 2ºC, humedad relativa elevada (90 por 100) y buena aireación.

Los mejores rodales aparecen en valles a laderas suaves con terrenos profundos, sueltos y frescos. El sustrato puede ser muy variado, prefiriendo los silicios.

Domina especialmente sobre tierras pardas, con abundante aprovisionamiento en agua. Su poca exigencia en aereación de las raíces le hace compatible con terrenos muy compactos, tolerando la inundación temporal. Tiene exigencias medias en cuanto a fertilidad, soportando mal la acidez.

En España se sitúa sobre granitos, areniscas, cuarcitas y pizarras, escaseando las calizas.

En España requiere de una precipitación media anual superior a 600 mm y estival de más de 200 mm.

Requiere cierta humedad en el ambiente pero, dotado de un intenso metabolismo, sobre todo himedad edáfica, tolera gran brevedad de periodo vegetativo presentando una gran resistencia al frío, que le permite adaptarse en zonas continentales.

Las temperaturas medias de Enero en su área están comprendidas entre -1.5º y -10º y las de Julio y Agosto (mes más caliente) entre 10-25º resistiendo extremas de -22º y +44º.

Se defiende de las heladas tardías por el retraso de su brote y foliación.

En España se sitúa en los climas axérico, subaxérico frío y submediterraneo, avanzando hasta el mesomediterráneo atenuando, no tolerando un equivalente de más de 50 días fisiológicamente secos en el año.

APLICACIONES ó USOS DE LA MADERA

Madera magnifica, dura, pesada (densidad: 0,769-0,991) con anillos anuales muy visibles albura amarillenta clara y delgada y duramen amplio, pardo oscuro muy resistente a la pudrición en los cortes transversales destacan mucho los radios medulares.

Por su resistencia a la humedad y a la inmersión permanente o interiormente es típico material básico para construcción naval.

Por su resistencia a la intemperie, golpes y vibraciones se ha utilizado mucho en traviesas de ferrocarril.

Es la madera de las duelas de las mejores cubas y toneles, contribuyendo al sabor y calidad de los buenos vinos.

Hoy en día se usa todavía madera de roble en construcción naval, principalmente pesqueros.

El roble da una leña muy buena, que se utilizaba en la economía domestica y en la industria.

Toda la planta es rica en tanino, sobre todo la corteza.

La corteza se extrae como curtiente conocido (cortex quercus officinalis).

Acción curativa y usos: Son de acción constrictora y antiflamatoria y actuan además contra la diarrea y como tónico sobre el intestino. Resulta de todo ello innumerables

posibilidades de aplicación como calmante y curativo.

Con un té preparado con la corteza de roble, se puede combatir los agentes causantes de la fermentación e interrumpir así la diarrea. Da buenos resultados bañar en té se roble los pies y las manos dañados por congelación, preparar apósitos con una decocción contra los ojos inflamados y tratar también con apósitos los eczemas húmedos, las quemaduras y las úlceras infecciosas de las articulaciones inferiores).

La madera de roble ha sido en todo tiempo muy apreciada como madera de construcción, de industria y trabajo.

Era antaño la principal madera de ebanistería, carpintería y construcción.

Daban también las maderas para la marina, rectas o curvas, particularmente para la construcción de navíos.

Las calidades tiernas, de grano fino, dan maderas de ebanistería, de carpintería fina. Son a menudo utilizadas como tableros finos chapados en el mueble, la decoración, etc...

Las calidades duras se usan en la gran construcción, armazones de bóvedas, armazones especiales, construcciones navales, trabajos hidraúlicos y marítimos así como para carretería, fusiles, escopetas y pistolas.

Las calidades inferiores van a la carpintería común, a la construcción ordinaria (parquets), para la construcción de traviesas para las vías férreas. Las bellas piezas del pie de los árboles de copa regular dan piezas de corte que producen las hojas de chapeados tan apreciadas en ebanistería. Dan también las duelas sin defectos y exigidas por la tonelería.

La corteza de roble encierra una fuerte proporción de taninos y se utiliza en la industria del curtido.

La bellota es el pienso excelente para cerdos y para grandes y pequeños rumiantes.

El roble común es especie forestal muy bella; posee además numerosas variedades ornamentales: fastigiata, pendula, nigra, de hojas púrpuras, etc.

La subespecie robur (incluye Quercus estremadurensis O Schwarz tiene las hojas delgadas, usualmente lampiñas pero en ocasiones pubérulas en el envés cuando jóvenes; lóbulos usualmente anchos y profundos.

El roble común es un bellísimo Quercus que puede alcanzar dimensiones imponentes; que en Vascongadas tiene un sentido histórico, el árbol de Guernica y que en Galicia, Asturias o Cantabria alcanza un desarrollo extraordinario.

El roble común dominaba en tiempos no muy lejanos todo el norte del país, principalmente del Occidente. De esta vegetación que constituía un paisaje selvático, denso e intransitable, con una rica fauna característica quedan hoy sólo algunos fragmentos dispersos. El roble común y el roble albar podían disputarse los mitos y las tradiciones poéticas de las que abunda la literatura clásica, no estando siempre bien claro, cuáles se debían con certeza atribuir a una y otra especie.
(2010)