En el centro del
pueblo se eleva la
iglesia parroquial de
San Sebastián, construida entre 1783 y 1785, según traza de Jerónimo García de Quiñones.
En las afueras se encuentra la
Ermita del Humilladero, de pequeñas dimensiones, siendo su traza primitiva del siglo XV, y habiendo sido reformada en el siglo XVIII y restaurada en la actualidad.
Continuando por el hermoso
Paseo de la LLanada, que parte de la ermita, se llega a la Iglesia de
Santa María del Robledo, conocida simplemente como "El Robledo", nombre de clarísimas referencias a los robles del lugar. El
edificio presenta rasgos de época
medieval, habiendo sufrido algunas reformas posteriores. En el exterior destaca su airosa
espadaña, reconstruida en varias ocasiones. En el interior existe un artesonado mudéjar que, en la nave central, tiene forma de artesa invertida, siendo de armadura octogonal el de la
capilla mayor. Cuenta con varios
retablos y
esculturas de interés. Desde aquí se pueden observar extraordinarias vistas panorámicas de la Peña de
Francia.