Hay muchos pueblos hermosísimos en España, conozco unos cuantos, pero ninguno me ha hecho sentir tan bien como Sequeros. El pueblo es pequeñito, recoleto, limpio y acogedor; la gente es amable y buena. Hace casi treinta años decidimos que nos jubilariamos aquí y eso acabamos de hacer. No nos hemos decepcionado ni un ápice.