Por las notas que constan de sus testamentos, que casi todos hacían ante los “Fieles de Fechos” (escribanos), nuestros antepasados eran dados a encargar numerosas misas: de entierro, honras y cabo de año con una tres lecturas, a veces con diácono y subdiácono; misas a numerosos
santos:
san Pedro, San Miguel, San Marcos,
Santa Catalina, al Ángel de la Guarda, al
Santo de su Nombre, a las Ánimas Benditas del Purgatorio, misas de Novena, misas por su alma, misas por penitencias mal cumplidas, misas
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