Las campanas y el campanario muy bonitas, pero el campanero podía dedicarse a otra cosa y no molestar cuando uno está durmiendo la siesta.
[GoogleBarVIP= 3]. Nada que oponer a la reforma del viejo campanario, salvo quizá, que la nueva mezcla ha sido demasiado blanca.
Desde él las panorámicas son espléndidas como esta en la que a través del hueco de una de las campanas deja ver el Campital.