Estas
escuelas esconden los relatos más bonitos ocurridos en el
pueblo.
De eso estamos todos seguros.
Las tardes que jugábamos al balón, las
fiestas, los primeros besos, aquellos que eran robados por la inocencia, la
amistad de gente del pueblo con los de fuera, los partidos de casados y solteros, las tardes con los
amigos, etcétera.
Las confidencias, los primeros amores, los días de estudio, los maestros que pasaron, los alumnos...
A todos vosotros que habeis pasado un rato en este lugar,
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