A D. José Atilano, tras un cierto tiempo sin sacerdote, le siguió D. Esteban Martínez González. Procedía de la parroquia de Lumbrales, donde había sido varios años Coadjutor, lo que ahora se llama Vicario, del Párroco de allí.
Debió llegar en Junio o principios de julio del 1936. Yo no estuve presente en su llegada porque, como he explicado arriba, me hallaba en el Payo.
Un primer gran servicio, de los muchos que hizo al pueblo, lo prestó a poco de su llegada. En Ciudad Rodrigo estaba preparado ... (ver texto completo)
Debió llegar en Junio o principios de julio del 1936. Yo no estuve presente en su llegada porque, como he explicado arriba, me hallaba en el Payo.
Un primer gran servicio, de los muchos que hizo al pueblo, lo prestó a poco de su llegada. En Ciudad Rodrigo estaba preparado ... (ver texto completo)