A D. José Atilano, tras un cierto tiempo sin sacerdote, le siguió D. Esteban Martínez González. Procedía de la parroquia de Lumbrales, donde había sido varios años Coadjutor, lo que ahora se llama Vicario, del Párroco de allí.
Debió llegar en Junio o principios de julio del 1936. Yo no estuve presente en su llegada porque, como he explicado arriba, me hallaba en el Payo.
Un primer gran servicio, de los muchos que hizo al pueblo, lo prestó a poco de su llegada. En Ciudad Rodrigo estaba preparado... A D. Santiago Carrasco le sucedió al cargo de la parroquia D. José Atilano Sánchez Velasco, natural de Villavieja de Yeltes, donde su padre era montaraz de una de sus dehesas. Fornido y bien plantado, me tuvo mucho cariño, y yo se lo tuve no menor a él. Como los monaguillos de entonces –entre otros, Daniel y mi hermano Joaquín–, entraban en edad apta para los trabajos del campo, debió pensar que si conseguía un monaguillo de corta edad, podría disponer de monaguillo para mucho tiempo y se fijó en... Ésta que es la Iglesia de mi niñez me da pie para recordar a los Párrocos que conocí o de los que he tenido noticia.
El más antiguo cuyo nombre he podido conocer, es de 1752 –ya llovió desde entonces— y se cita en el Catastro de Ensenada con el nombre de D. Ignacio Parera de Sotomayor.
Con un gran salto en el tiempo sabemos que en 1916 el párroco era D Juan González Corvo, con 40 años en aquella fecha. Fue quien me bautizó a mí y murió en el pueblo, lo que debió a finales del 1927 o poco después.... Hoy han desaparecido la escalera con la protección que se observa a la derecha y el tejadillo que evitaba que se mojaran los campaneros en días de lluvia.
El edificio que hay a la derecha posiblemente era aún el transformador que recibía la electricidad desde Monsagro.
El curioso saliente de la izquierda era un contrafuerte que contrarrestaba el empuje del arco interior que separaba el presbiterio del resto de la iglesia. Por la fachada opuesta el muro de la sacristía, saliente, neutralizaba tal...