¡Claro que entonces no había los
edificios que ahora existen! A derecha e izquierda eran eras. La la derecha
la era de tío Silverio, elevada como cosa de medio metro popr encima del nivel de la
carretera, la izquierda, mucho más elevada, supongo que de tío Enrique, ya que allí se construyó la
casa para su hija Beatriz al casarse. Entre ambas eras se realizaban con frecuencia "carreras de Gallos". En realidad carreras a
caballo para arrancar la cabeza de los gallos, suspendidos de una soga, atada a dos
carros empinados, que alguien hacía subir y bajar cuando se acercaban a la carrera los jinetes. ¡Y pensar que tan bárbaro espectáculo nos divertía!